González y los presidentes de México, Venezuela y Colombia consideran a Castro un caso perdido
, ENVIADO ESPECIAL El presidente del Gobierno español, Felipe González, y los jefes de Estado de México, Venezuela y Colombia -Carlos Salinas de Gortari, Carlos Andrés Pérez y César Gaviria, respectivamente- coincidieron en una reunión conjunta en que el endurecimiento del régimen comunista cubano no permite ya mantener un diálogo conciliador con el comandante Fidel Castro como el que habían venido desarrollando hasta ahora, y le dieron prácticamente por imposible, según versiones coincidentes sobre las discusiones mantenidas por los cuatro mandatarios.
Los tres presidentes y el jefe del Gobierno español discutieron el jueves por la tarde (madrugada del viernes en España) el auge de la represión propiciada por Castro a medida que se agudiza la crisis económica que padece la isla. La conversación tuvo lugar antes de que se iniciase en México una reunión dedicada a El Salvador del llamado grupo de amigos del secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, del que forman parte los cuatro mandatarios. En julio, en Guadalajara (México), González y Salinas, y en octubre, en la isla de Cozumel, los tres presidentes latinoamericanos intentaron sucesivamente persuadir a Castro de que promoviera la democratización, pero lejos de escuchar aquellos consejos el comandante incrementó el hostigamiento de la oposición. "Por tanto, sus cuatro interlocutores han perdido la esperanza de una evolución democrática y creen que el diálogo conciliador con el comandante carece de sentido", comentó un diplomático.En público, González siguió siendo, sin embargo, muy cauto al referirse a la situación cubana. Sin desmentir esa versión de la reunión el presidrite español subrayó que "a un jefe de Estado no se le puede hablar más que en términos conciliadores; lo demás es decidir no hablarle". "Tengo el privillegio de hablar con Castro, no se si lo perdere algún día, sin ningún tipo de limitación", dijo González. También recalcó que Cuba, pero no mencionó a Castro, "estará presente" en la próxima cumbre Iberoamericana de julio en Madrid.
En las sucesivas entrevistas que concedió el viernes por la noche a la televisión colombiana, el presidente se limitó a afirmar que estaba "a favor de una evolución que permita que Cuba se integre en la gran corriente latinoamericana".
En una de las entrevistas González expresó un claro pronunciamiento contra la condena a muerte de dos exillados cubanos procedentes de Miami -un tercero fue sentenciado a cadena perpetua- apresados el 29 de diciembre cuando intentaban infiltrarse en la isla con armas. "Me gustaría", dijo, "que no hubiera ejecuciones". Para lograrlo el subsecretario de Exteriores, Máximo Cajal, convocó el jueves al embajador cubano en Madrid, Méndez Morejón, y le pidió clemencia.El escritor colombiano Gabriel García Márquez, amigo personal de Castro, fue a la misma hora en Bogotá mucho más rotundo. Anunció que había enviado una carta al comandante pidiéndole clemencia, porque "creo que la pena de muerte debe desaparecer del mundo y deseo y espero que Fidel conmute la pena capital, pero me sentiría deshonesto si no dijera que estoy contra el terrorismo".También los premios Nobel de Literatura, Octavio Paz, y de la Paz, Óscar Arias, han pedido clemencia, lo mismo que el presidente argentino, Carlos Menem, quien ha apelado a la "especial sensibilidad" de su homólogo cubano para que conmute la pena capital impuesta, informa Efe desde Buenos Aires.
[La preocupación del Gobierno español por la situación política, económica y de derechos humanos en Cuba no está reñida con una "cooperación cuyo destinatarlo último es el pueblo cubano", según una respuesta gubernamental al diputado del Partido Popular Ignacio Rupérez. "En las condiciones de grave penuria que atraviesa Cuba" la coperación, por cuantía no especlficada, incluye en este año la donación de medicamentos y la ayuda en alimentos (leche en polvo con destino a las escuelas).]González también confirmó ante las cámaras que, si fracasan las conversaciones en curso en Caracas entre el Gobierno colombiano y la guerrilla, la Internacional Socialista ofrecerá su mediación para un nuevo diálogo, cuya sede podría ser Madrid. "La disponibilidad para hacer la gestión sería plena", resaltó.
En las primeras horas de su estancia en Bogotá, González también aceptó la propuesta de su anfitrión, César Gaviria, de someter a un arbitraje internacional el contencioso entre un consorcio de empresas hispanoalemanas, entre las que figuran Ateinsa y Entrecanales, y la Administración colombiana a propósito de la construcción, paralizada desde hace 30 meses, del metro de Medellín. Este grave problema ha bloqueado las relaciones entre ambos países.
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