Petición de arresto para el editor del álbum 'Hitler=SS'

El álbum de historietas Hiller=SS, de la editorial Makoki, es un "escarnio a 10 millones de muertos" o es una historia "brutal y salvaje", según se trate del punto de vista de Joan Mestres, superviviente de uno de los campos de exterminio nazi, o el del director de la editora, Damián Carulla. El contenido del álbum, un conjunto de historietas sobre los campos de concentración, llevó el lunes a sentarse en el banquillo a Carulla, acusado por tres asociaciones de insultar la memoria de quienes sufrieron los horrores del exterminio.Amical Mauthausen -una asociación de supervivientes de ese campo de prisioneros-, la asociación judía B'Nai B'rith y la comunidad israelí de Barcelona son las entidades que piden para Carulla penas que oscilan entre uno y seis meses de arresto. Las dos últimas solicitaron al juez, además, una indemnización de 50 millones de pesetas. El fiscal y la defensa consideran que el tono de las historietas es "duro", pero que no por ello se ha cometido un delito de injurias. Ambas partes están de acuerdo en que en este caso debe prevalecer el derecho a la libertad de expresión.

Carulla, en su declaración en el Juzgado de lo Penal número 3 de Barcelona, manifestó que decidió editar en España la historieta de los franceses Vuillemin y Gourio Hitler=SS porque se encontraba dentro de la línea de la editorial. "No nos planteamos que pudiera herir á personas", precisó Carulla, quien admitió que sabía que la edición del álbum fue prohibida en Francia. Después de la declaración del director de Makoki, la vista se convirtió en un relato sobre las prácticas a las que eran sometidos los prisioneros en los campos de concentración, explicadas por dos supervivientes.

Joan Mestres, presidente de la asociación Amical Mauthausen, consideró " insoportable" la lectura del álbum. "En el campo de Auschwitz murieron cuatro millones de personas en las cámaras de gas y en la revista se ironiza con una imagen de prisioneros que compran una pastilla de jabón antes de entrar en ellas", explicó Mestres.

Al finalizar el juicio, se produjo una discusión entre Carulla y los miembros de las asociaciones que han planteado el pleito. El director de Makoki insistió, ante los ánimos enfurecidos de sus denunciantes, en que no tenía intención de herir con la publicación. "Sería incomprensible que pretendiera algo así, ya que yo también tengo sangre judía". Carulla admitió que las historietas eran bestiales, "pero antinazis", precisó.