Yeltsin critica el rearme nuclear británico
/ Nueva YorkEl presidente de Rusia, Borís Yeltsin, pasó ayer por Londres como un ciclón. Su estancia en el Reino Unido duró apenas cinco horas, que le bastaron para saltarse un par de veces el protocolo y para hacerle notar al primer ministro, John Major, que se equivoca al incrementar el arsenal atómico británico. Yeltsin no se anduvo por las ramas al abordar la cuestión del desarme en su conversación con Major, según fuentes de la comitiva rusa. Por otra parte, el presidente ruso desmintió ayer "categóricamente" a una cadena de televisión norteamericana que bebiera alcohol en exceso.
Londres ha decidido seguir adelante con el programa de construcción de un cuarto submarino con cabezas nucleares Trident. A pesar de los recortes masivos en los arsenales nucleares de EE UU y Rusia, las dos mayores potencias en cuanto a armamento atómico, el Gobierno británico mantiene firmes sus proyectos nucleares.Major y su ministro de Defensa, Tom King, consideran que el cuarto submarino es esencial para que el Reino Unido mantenga "una fuerza disuasoria verosírmil". La oposición laborista, varios especialistas independientes y el propio presidente ruso creen que ese submarino, cuyo coste final superará los 1,6 billones de pesetas, no será de gran utilidad en los tiempos posteriores a la actual carrera de desarme.
Yeltsin le dijo ayer a Major que estaba yendo "a contracorriente", según fuentes rusas. Se ignora la respuesta del afable dirigente británico, pero al término de la reunión ambos posaron para los fotógrafos con aspecto satisfecho. Yeltsin tenía motivos para estar contento. Se iba de Londres, rumbo a Nueva York, con un acuerdo de 10 puntos bajo el brazo por el que el Reino Unido se comprometía a facilitar a Rusia ayuda financiera, política y tecnológica en grandes cantidades. Un portavoz del Foreigri Office declaró a la BBC que "Gran Bretaña es el mejor amigo de Rusia entre todos los países europeos".
En el acuerdo se especifica que el Reino Unido apoyará decididamente el ingreso de Rusia en el Fondo Monetario Internacional (FMI) el próximo mes de abril y hará lo posible para que este organismo empiece a conceder créditos a Moscú de forma inmediata. También se establecen fórmulas para que cientos de jóvenes rusos sean adiestrados en los entresijos del capitalismo en la City londinense y se ofrece a los técnicos rusos un acceso sin restricciones a la tecnología nuclear británica.
Por otra parte, Yeltin negó ayer "categóricamente" beber alcohol en exceso y aseguró que, contrariamente al ex presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, él no consulta con su esposa, Naina, sus decisiones.
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