Andreotti pide anticipar las elecciones para acelerar las reformas

El primer ministro italiano, Glulio Andreotti, justificó ayer ante el Congreso y el Senado su deseo de que se anticipen las elecciones por la necesidad de acelerar la reforma del sistema político en Italia y evitar que crezcan las tensiones generadas por los ataques del presidente de la República, Francesco Cossiga, a los partidos y otras instituciones.La declaración de Andreotti abrió un debate parlamentario que concluirá este fin de semana, de manera que el primer ministro pueda pedir el domingo o el lunes a Cossiga que disuelva las Cámaras. Según el acuerdo alcanzado por los partidos de la mayoría, los italianos irán a las urnas el 5 de abril, si todo transcurre normalmente.El Gobierno, formado hace ahora 10 meses, no presentará la dimisión, por lo que Cossiga no tendrá en ningún caso la posibilidad de encargar a otro político la negociación de un nuevo Gabinete. El propio Andreotti, tratando de dar ayer un final lógico a esta undécima legislatura que en realidad agoniza por caminos tortuosos, advirtió ayer que el Gobierno no ha "perdido la solidaridad de las fuerzas políticas" que lo han apoyado. Ocurre, en cambio, añadió, que anticipando las elecciones en "unas pocas semanas" con respecto al calendario normal se podrán ganar "meses preciosos para el futuro de la nación".También aludió, como motivo de este adelanto, a las tensiones creadas en torno al presidente de la República. "Sin exagerar el alcance de gestos aislados de intolerancia registrados últimamente, la prolongación del clima de tensión durante las próximas semanas podría alimentar peligrosamente esa tendencia con daños gravísimos que debemos y podemos evitar", dijo en ese contexto. "Es necesario", prosiguió, "que la dialéctica entre las fuerzas políticas no sea turbada por interferencias [en probable alusión a Franceso Cossiga] y que los medios de información reflejen correctamente posiciones y opiniones".Ejes básicos

Uno de los ejes básicos de reforma del sistema señalados por Andreotti es precisamente "la definición más precisa de las normas que deben regir las relaciones entre las instituciones y los poderes del Estado", de manera que se eviten los enfrentamientos. El otro gran eje es la reforma de la ley electoral en un sentido menos proporcional que el actual, que permitiría la formación de Gobiernos de mayoría estable. Andreotti no se refirió, en cambio, al futuro del patrimonio empresarial del Estado, que es la base tanto del incontrolable déficit público como del gran poder de los partidos políticos italianos.