La CE defiende un aumento progresivo del presupuesto comunitario hasta 1997

La Comisión Europea aprobó ayer tres informes explicativos del impacto de su propuesta de nuevas perspectivas financieras en aplicación de los acuerdos adoptados en la cumbre de Maastricht. Los nuevos documentos detallan el aumento año a año del presupuesto comunitario hasta 1997, en que se situará un 31% por encima del actual.

Los cuatro países más pobres de la CE (España, Portugal, Grecia e Irlanda) son los más beneficiados gracias al impulso de la cohesión económica y social. El ejecutivo de la CE pretende un compromiso rápido, al que la mayoría de los Doce se resisten.La cohesión o trasvase de rentas a los países pobres, puyo reforzamiento reclamó España, es la gran beneficiada dentro de las nuevas prioridades de la CE, que pondrá además el acento en la política exterior, la mejora de la competitividad industrial y el apoyo a los agricultores para compensarles de la reducción de precios y el recorte de excedentes que se avecina.

La Comisión Europea defiende un aumento progresivo del presupuesto hasta llegar a un 31% más en 1997 sobre el ejercicio actual. Al final del quinquenio, los gastos habrán crecido casi en 21.000 millones de ecu (2,7 billones de pesetas). De ese total añadido, la mitad irá a reforzar las ayudas regionales de la CE.

Los fondos estructurales para corregir el atraso de las regiones más pobres, asistir las zonas en declive industrial o de agricultura menos competitiva y subvencionar el paro pasarán de 18.559 millones de ecu este año a 29.300 millones de ecu (3,8 billones de pesetas) en 1997. En esa cifra va incluida la dotación del nuevo fondo de cohesión, destinado exclusivamente a los países más pobres (España, Portugal, Irlanda y Grecia), que supondrá un total acumulado de 1,3 billones de pesetas (10.000 millones de ecu). España aspira a obtener el 60% en el reparto del nuevo fondo.

Regiones atrasadas

La cohesión se centrará en favorecer las regiones más atrasadas, en las que las ayudas actuales aumentarán un 67%. Ese incremento y la aportación extra del fondo de cohesión permitirá la duplicación global de las ayudas a los cuatro países pobres.

De esta forma, España puede ver convertidos los 430.000 millones de pesetas de ayuda regional previstos para este año en más de 800.000 millones en 1997. El comisario Manuel Marín recalcó que el principal objetivo es "la aplicación de las nuevas perspectivas financieras antes de 1993, porque estas ayudas están vinculadas al programa de convergencia económica que presentará España".

El objetivo de Solchaga de reducir el déficit público a un 0,8% del PIB, comentó, está condicionado "al margen que imponga la negociación entre los ministerios y en el propio Parlamento, así como a los imprevistos, porque siempre puede surgir un agujero Renfe o Hunosa".

Contra el deseo de la Comisión Europea de una aprobación rápida de las perspectivas financieras, se levantan las resistencias de los ocho países -todos, menos los beneficiarios netos- que deberán correr con el peso de la financiación. Precisamente la presentación de estos documentos es una exigencia de los Doce antes de enfrascarse en la discusión técnica del marco presupuestario.

El ejecutivo de la CE debe todavía aprobar mañana un informe sobre la ejecución de los programas de desarrollo regional en los últimos años. Sin embargo, la búsqueda de un compromiso no se inciará hasta que la Comisión, haga su propuesta sobre al devolución que beneficia al Reino Unido, el llamado cheque británico, que el año pasado le permitió recuperar más de 400.000 millones de pesetas de su contribución inicial a la Comunidad. La Comisión, "por razones de oportunidad", no discutirá este proyecto hasta después de las elecciones en Gran Bretaña, previstas para el próximo día 9 de abril.

El Reino Unido, que asumirá la presidencia de la Comunidad Europea en el próximo semestre, estima que el paquete financiero "no puede aprobarse en dos meses". La misma opinión la comparten países como Alemania, Francia, Holanda y Bélgica.

El anterior marco presupuestario quinquenal, surgido como consecuencia del Acta Única, fue aprobado en febrero del año 1988, pero necesité tres cumbres de los Doce antes de llegar a un acuerdo definitivo.