Francia y España urgen a un acuerdo sobre la reforma agraria en la CE

Los ministros francés y español de Agricultura reclamaron ayer en Bruselas un acuerdo urgente en la reforma de la política agrícola común (PAC) para evitar la inseguridad y el desconcierto en los agricultores. El ministro español, Pedro Solbes, afirmó que "hay que hacer todos los esfuerzos para aprobar la reforma sean cuales sean los resultados de la negociación de la Ronda de Uruguay del GATT". La presidencia portuguesa, a través del ministro Arlindo Cunha, presentará a finales de este mes un nuevo documento, una vez rechazada su anterior propuesta.Las inminentes elecciones en Italia y Gran Bretaña impidieron que el Consejo de Agricultura de la CE, tras dos días de reunión, profundizara en la reforma. El resultado de las discusiones fue constatar, una vez más, la oposición frontal de Holanda, Dinamarca y Bélgica, que piden cambios sustanciales.

El proyecto inicial deberá recoger, sin embargo, cambios en las ayudas por hectárea para las oleaginosas, como resultado de la condena del GATT. La Comunidad no modificará este año el sistema, que puede perjudicar a España, primer productor comunitario de girasol. La decisión del GATT va en contra de todo el sistema de ayudas previsto en la reforma. La prioridad de la CE, en opinión del ministro español, "es adoptar la nueva PAC y luego ya veremos si las ayudas se aceptan como compatibles". El problema es que los Doce están divididos sobre su capacidad de autonomía.

Solbes aprovechó la reunión para defender la necesidad de un mercado protegido del plátano producido en territorios comunitarios y en los abastecedores tradicionales de los países de la Convención de Lomé.

El ministro español reclamó. asimismo ayudas especiales para combatir la sequía, consistentes en aumentar la superficie máxima de cultivo de girasol sin disminución de primas y medidas para facilitar pienso más barato a los ganaderos. Portugal obtuvo ayer la entrega de 283.000 toneladas de cereal, 182.000 de las cuales saldrán de las existencias de intervención de España. Esta solución, en nuestro país, "podría provocar una fuerte caída de precio, por lo que se estudiarán con la Comisión otras fórmulas", manifestó el ministro.