El Madrid estudia renovar a Luyk y se enfrían los contactos con Sabonis

La renovación inminente de Clyfford Luyk y el caso Sabonis son cuestiones que están sobre la mesa del presidente Ramón Mendoza, ahora que el Real Madrid se ve con grandes posibilidades de cerrar su temporada baloncestística con buen sabor de boca. La continuidad de Luyk es segura, pero no el fichaje de Sabonis. Estar en la próxima Liga Europea es el factor más importante a la hora de diseñar la próxima temporada.

Tras varios años de sequía, la sección de baloncesto del Real Madrid está a punto de cerrar un balance positivo. Dispone de un título, la Recopa, y se ha clasificado para las semifinales de la Liga -el año pasado quedó eliminado en cuartos de final-. Sin embargo, la frontera entre el aprobado y el sobresaliente, descansa en obtener una de las tres plazas que da derecho a jugar la Liga Europea. Tal y como se presentan las semifinales, las posibilidades son muy elevadas: sólo la hipótesis de una final. Estudiantes-Taugrés -la más improbable- le dejaría fuera. A estas alturas de la temporada, por tanto, el Madrid comienza a diseñar la próxima campaña. Y, en ese sentido, dos son las primeras cuestiones a decidir: una, renovar a Luyk; dos, fichar a Sabonis.

La continuidad de Luyk cuenta con todos los pronunciamientos favorables: su trabajo ha sido convincente, tiene carisma entre la plantilla, es un hombre de la casa y puede cerrar el capítulo de aventuras por las que ha pasado el banquillo, un lugar demasiado inestable en los últimos tres años. Es posible que la renovación se produzca en los próximos días, antes incluso de la celebración de la semifinal con el Taugrés.

Por último, Mendoza ha de decidir sobre el asunto Sabonis, un jugador con el que han existido contactos. La contratación del pivot lituano se planteó desde el momento en que se aprobó el tercer extranjero para la próxima Liga. El club entiende que Sabonis es un jugador atractivo para el público e interesante para una Liga Europea. En su contra figuran tres factores: su precio es elevado, es un jugador permanentemente lesionado y su juego puede hipotecar el del equipo. Las gestiones se han enfriado en los últimos días y la decisión puede tardar en llegar.