Sobre Andy García

En dos ocasiones EL PAÍS ha calumniado al actor cubano, Andy García, acusándolo de "emigrante que quiere ser americano". Andy no es un emigrante, sino un exiliado, y lo que más quiere, como todo exiliado, es poder regresar a Cuba un día. La especie viene directamente de la boca de Antonio Banderas, el actor español, pero ha sido acogida alegremente por dos diferentes columnistas suyos.Lo irónico es que Banderas está en The mambo kings no sólo gracias a su talento, que es considerable, sino a la negativa de Andy a aparecer en esa película. Su director, Arne Glimcher, le ofreció a Andy "el papel que quisiera" de los dos protagonistas. Andy rechazó los dos y fue entonces que le hicieron una prueba a Banderas. El rechazo se explica no porque no quisiera o no pudiera ser cubano, sino porque en The lost city (que yo escribí, para él mucho antes de que siquiera se pensara en hacer película de The mambo kings) Andy es un cubano metido de lleno en la música de La Habana en 1958 y por razones políticas tiene que huir a Nueva York. Éste no es un destino desconocido para un musico cubano: véanse a Celia Cruz, Olga Guillot, Cachao, Paquito d'Rivera, entre otros muchos. Hay que decir que Banderas es lo mejor, lo más genuino de The mambo kings, y no me asombra que los cubanos de Miami, que tampoco son emigrantes, lo hayan acogido, como él dice, como uno de los suyos. Extrañamente, Banderas, que ha triunfado como se merece en Hollywood, se empeña una y otra vez en denostar a Andy García. Esas protestas repetidas suyas suenan no a actor genuino, sino a un atacado de un conocido gaje del oficio.

Andy, a quien conozco muy bien,jamás sucumbiría a este mal. Al contrario, él es conocido en Hollywood por ayudar siempre a otros actores hispanos, a veces, como en el caso de Banderas, aun indirectamente.-