Cerca de la Tierra, lejos del Sol

Sin duda, lo que más choca de esta exposición, independientemente de la coherencia del diseño y de las secuencias de la colección, es la indudable calidad y belleza de los materiales expuestos, a la vez que una pequeña leyenda, pegada en la pared junto a las referencias que acompañan a cada una de las fotos, que explica con cargo a qué partida presupuestaria de fondos públicos se ha adquirido.Así, la etiqueta de la reampliación de un original, fechado en 1932 por Henri Cartier-Bresson, nos ilustra sobre qué, amén de ser autorizada por el fotógrafo de una nueva copia en la que figuran unos taxistas de Berlín, cuenta cómo ésta se pagó con fondos de los ejercicios económicos de 1987, 1988 y 1989. O que una serie del director de orquesta Wilem Mengelberg, registrada en 1932 por Eric Salomon, se incorporó al patrimonio nacional alemán "con los fondos para museos del Senado de Asuntos Culturales de Berlín en 198V.

La Berlinische Galerie, fundada con vocación de museo regional de arte moderno, fotografía y arquitectura en Berlín (1975), al día de la fecha puede ser considerada como el deber ser de la política cultural contemporánea en materia de recuperación fotográfica. Esta colección. reúne la producción de fotógrafos berlineses y de artistas que: crearon sus obras en aquel área durante el periodo 1918-1938.

Hace tres años descubrieron, la obra de una artista de la década de los veinte que había sido relegada al olvido: Marta Astfalck-Vietz; incorporaron sus memorias y sus archivos a patrimonio. También hicieron lo propio con los de Erich Salomón, del que ahora se exhibe una ex pléndida serie sobre un concierto de Pablo Casals (1935). Salomon es el arquetipo del fotoreportero por excelencia; exiliado en los Países Bajos, fue asesinado por los nazis en Auschwitz, muchos de sus trabajos desaparecieron; la Berlinische Galerie recuperó, con la colaboración de su hijo, que actualmente reside en Den Haag, un gran paquete de su producción original con miles de revelados originales tratados por él mismo.

Si habitualmente las exposiciones que intentan reflejar frustradamente un territorio, un periodo concreto de tiempo o mostrar lo más emblemático de un país, o la de un continente, lo hacen no sin una sobredosis de soberbia, con las obras maestras de la Berlinische Galerie ocurre todo lo contrario. Moholy-Nagy, El Lissistzky, Lotte Jacobi, Erwin Blumenfeld, Erich Salomon, August Sander, Hugo Erfurth... definen el espíritu de la colección pública, sintetizado por su director, Janos Frecot, con los términos de un poeta expresionista, Erdnähe-Sonneferne (Cerca del la Tierra, lejos del Sol). Una alusión que revela el talante de la galería: "La fotografía está en el límite entre naturaleza (aquello que es representado) y arte (la forma de crear la imagen). Cerca de la Tierra y lejos del Sol. Aquí no se manejan argumentos monotemáticos; por contra, tienen cabida la foto urbana, publicitaria, documental y, sobre todo, la que contempla las relaciones entre arquitectura y fotografía. Los retratos del escenario y las nuevas dimensiones que adquieren, por la reinterpretación fotográfica, se significan como vector.

Una gran exposición, pero que, pese de avisos repartidos en pegatinas por todas las salas advirtiendo que, "según las normas internacionales de conservación sobre papel, la iluminación ha de limitarse a 50 lux", las fotos hay que verlas con lupa. Siguiendo esta regla, andaríamos miopes por todas las exposicionesa en que no lo advierten. Y más: si ya de por sí se ve poco, menos se verá si no se cambian las bombillas fundidas, como la que debía de iluminar en la última planta una foto, atribuida a Horst von Harbou, fotógrafo de la UFA durante el rodaje de Metrópolis.