Lewis decepciona en la calificación de longitud

La segunda aparición de Carl Lewis en el preolímpico de Estados Unidos, esta vez para disputar la calificación de longitud, fue una nueva decepción. Se clasificó para la final de esta, próxima madrugada (hora española), pero con la tercera mejor marca y un discretísimo concurso. Mientras él saltaba 8,14 metros, Powell se iba hasta los 8,36. Ahora mismo, Angel Hernández, el atleta. que persigue el récord de España, le supera en la clasificación mundial del año.

El salto de longitud tiene una calificación previa, igual que para llegar a una final de 100 metros hay que pasar por las series eliminatorias. La criba deja atrás a los mediocres y sirve también para que los que siguen adelante vayan adquiriendo "sensaciones", palabra muy de moda en el atletismo y con la que se quiere expresar eso tan sencillo de estar en forma o no estarlo.Lewis fracasó en los 100 metros, después de haber tenido una discreta actuación en las efiminatorias, cuartos de final y semifinal. No tuvo sensaciones. Él mismo dijo que no era su día.

Llega ahora la longitud y en la calificación tampoco tuvo sensaciones. La semana pasada, comentado sus planes, había declarado: "Por lo que respecta a la longitud, en las pruebas de selección haré un solo salto en la calificación y luego procuraré hacer sólamente otro'más en la final".

Ese es, efectivamente, su modo de actuar. Hay precedentes. Hace' nada más que diez meses, en los Mundiales de Tokio, hizo un nulo en la calificación, luego 8,56 y no saltó más. Powell entró en la final con 8,19.

Luego se invirtieron los papeles y Powell saltó más, como sucedió también a la inversa en los Juegos, Olímpicos de Seúl. Powell entró en la final con 8,34 y Lewis con 8,08. Pero hubo. una diferencia, mientras el primero precisó de tres intentos, a Lewis le bastó con uno.

Carl Lewis mostró gran inseguridad en la calificación del preolímpico. Su primer salto fue el de 8,14. Powell, que competía en otro saltadero -la calificación se disputa en dos grupos- se iba a los 8,36. Y decidió no saltar más. Consideraba que era una marca más que suficiente para entrar en la final.

Lewis, en cambio, quiso seguir. Se quedó en 7,96. Hizo también el tercer salto para el olvido: 5,58. Se había clasificado para la final -lo hacían los 12 mejores-, pero no,salía por la puerta grande. "Estoy bien, estoy bien", no cesaba de repetir. "Hace mucho calor y eso me afectó en los 100 metros, pero no hay más problemas, estoy bien". No quiso hablar más.

Cuatro candidatos

Para esa final, de la que saldrán los tres seleccionados para los Juegos, Lewis tendrá como principales rivales además de a PoweIl (8,36 en la calificación), a Conley (8,34), atleta que ya está clasificado en triple salto, y Larry Myricks (7,94), que a sus 36 años aún aspira a pro1brigar su palmarés olímpico, iniciado en los Juegos de Montreal-76.

Todo está en el aire. Menos que Mike Powell es en realidad un gran saltador, a gran diferencia de Beamon, el mítico atleta a quien duró 23 años el récord de 8,90. Powell empieza a dominar marcas importantes, porque mientras la segunda mejor marca de Beamon era 8,33, el nuevo recordman tiene, después de los 8,95, las siguientes marcas: 8,66, 8,54 y 8,49. Y hacer un 8,36 en la calificación dice mucho a su favor.

Powell, de 28 años, declaró, tras la calificación que se presentó a ella sin mucho entrenamiento tras la lesión que sufrió en mayo. La buena sensación que experimentó le hace pensar en superar nuevas fronteras que para él, como todos los atletas anglosajones, no son los 9,00 metros, sino los 9,14, que corresponden a la frontera de los 30 pies. Pero Powell habla incluso de los 31. Y eso son 9,45.

Pero hasta que Powell llegue a esas marcas, las suyas, menos la del récord, están muy por detrás de las de Lewis. Porque éste posee siete de las diez mejores marcas de todos los tiempos (8,95, Powell, 8,90, Beamon; 8,87, Lewis; 8,86, Emmian, y a partir de ahí, ya todas de Lewis, 8,84, 8,79, 8,79, 8,76, 8,76 y 8,75).