Alfonso Escámez deja la presidencia y el Consejo de Administración del Banco Central Hispano
Alfonso Escámez participó ayer en su último Consejo de Administración del Banco Central Hispano. Escámez deja la presidencia y descarta seguir como consejero de la entidad, si bien ha sido nombrado presidente de honor. Su actividad profesional continuará al frente de la Compañía Española de Petróleo (CEPSA), el Banco de Fomento, el Banco Vitalicio y la Fundación Central Hispano. El acto de despedida se celebró en la antigua sede del Banco Central en Madrid. La presidencia la asume de forma unívoca José María Amusátegui, que la compartía con Escámez desde que se fusionaron Central e Hispano Americano.
La ausencia del veterano banquero en el consejo de administración del Central Hispano es el hecho más destacado de su abandono. En la historia reciente de la banca española se encuentran muy pocos casos en los que el presidente de un gran banco deja su cargo y, tras permanecer vinculado a él, no continúa como miembro del consejo de administración. Tras el consejo, Escámez explicaba así esta circunstancia: "Desde ahora, José María Amusátegui tendrá libertad absoluta para llevar el banco a donde quiera. Yo me voy a dedicar a CEPSA y esta empresa va a seguir dependiendo de su accionista mayoritario, el Banco Central Hispano, y, por tanto, de. su presidente. Por eso yo no quiero estar de consejero, para no entorpecer al presidente".Además de la presidencia de "la niña de mis ojos" -refiriéndose a CEPSA-, Escámez presidirá el Banco de Fomento (filial del Central Hispano), la compañía aseguradora Banco Vitalicio y la Fundación Central Hispano, un puesto que, según fuentes vinculadas a la entidad, estaba destinado, en principio, para Claudio Boada, ex presidente del antiguo Banco Hispano Americano y consejero del nuevo banco.
Resultados
José María Amusátegui tomó la palabra tras Alfonso Escámez: "He hecho un guiño al destino y, en lugar de ser presidente en solitario, quiero serlo solidario con Alfonso Escámez como presidente de honor". El presidente del Central Hispano reseñó que el banco tiene tres características: "Es el banco más potente y más sólido del país; es rentable y es, claramente, mejorable, y para eso se ha hecho la fusión, para lograr la consolidación".
El consejo del banco, además, conoció los resultados de los nueve primeros meses. Los beneficios netos de dicho periodo se elevan a 46.315 millones de pesetas, lo que supone un descenso del 11,36% frente a los 52.250 millones que obtuvo hasta septiembre de 1991. La caída de beneficios se debe, básicamente, a que el banco ha elevado sus provisiones de 31.232 a 43.350 millones de pesetas (un 38,80% de diferencia). Las amortizaciones también crecieron un 29%, hasta 10.371 millones. Según Amusátegui, la marcha del ejercicio responde a la época de crisis y a que no hay que obsesionarse con tener que aumentar los beneficios.
El resultado de explotación creció un 4,72% para situarse en 105.969 millones. Los recursos generados en el periodo mencionado son de 166.674 millones, lo que supone una mejora del 6,64%.
Los activos totales del banco a 30 de septiembre ascienden a casi 7,7 billones de pesetas, que representan un crecimiento anual del 4,9%. La inversión crediticia neta se sitúa en 3,8 billones, con un 3,4% de aumento. Los fondos propios ascienden a 638.869 millones, con un incremento del 32,4% frente a los de 30 de septiembre de 1991.
El margen financiero sobre activos totales medios es del 3,63%, y el beneficio neto por acción, 347 pesetas. La relación fondos propios sobre activos totales es del 8,32%, frente al 6,59% del año pasado.
Más información en la última página
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.