La caída de la actividad empresarial acentúa la recesión de Alemania
Alemania se encuentra inmersa en una recesión económica, como lo prueban los datos adversos dados a conocer ayer en Bonn por el Ministerio de Economía. La producción industrial de la parte occidental del país cayó un 2% durante el pasado mes de septiembre, y la más significativa producción manufacturada, que excluye la minería, la energía y la construcción, se redujo en un 2,6%.
En términos interanuales, la producción industrial de la zona occidental ha caído un 3,3% con respecto al mismo mes de 1991, y la manufacturada lo hizo en un 4,2%. Los expertos coinciden en que no puede esperarse una reactivación hasta por lo menos el segundo cuatrimestre del próximo año.Estos datos no vienen más que a confirmar lo que el mercado de trabajo ya mostraba desde finales del verano. Las empresas alemanas se han visto obligadas a reducir drásticamente su producción lastradas por un descenso de los pedidos, en parte debido a la recesión mundial así como a la fortaleza del marco, que influye en su competitividad. Los altos tipos de interés, por otro lado, han acabado con las ansias inversoras de los empresarios, especialmente en la antigua Alemania comunista.
Daimler Benz, el gigante de la industria alemana, ha anunciado ya la congelación del proyecto de construcción de una fábrica de camiones pesados en la ex RDA, uno de los mayores proyectos de inversión en el Este. La Federación de la Industria del Automóvil indicó recientemente que el sector perdería unos 200.000 puestos de trabajo en los próximos años. Asimismo, la acerería Krupp ha dado marcha atrás en la compra de los altos hornos Eko Stahl, uno de los mayores complejos de industria pesada de la Alemania comunista que da trabajo a la ciudad de Eisenhuttenstadt.
El nivel de uso de la capacidad de producción industrial se encuentra en estos momentos en un 86%, y las previsiones son que descienda un punto antes de final de año.
En este contexto, el Gobierno anunció ayer que se dispone a recortar otros 6.000 millones de marcos del presupuesto de 1993 para poderlos transferir a la depauperada ex RDA. Según el portavoz del Gabinete, Dieter Vogel, el presupuesto no sufrirá variaciones a pesar de que se espera un descenso en los ingresos fiscales del Estado debido a la reducción del crecimiento económico -que este año se situaría en un 0,5%-, ya que éste será paliado recurriendo al endeudamiento. Los fondos para la ex RDA, añadió, habrán de encontrarse por medio de recortes en otras partidas.
El presupuesto federal de 1993 prevé un gasto total de 435.700 millones de marcos y contempla un déficit de 38.000 millones. Los ingresos fiscales del Estado, según fuentes del Ministerio de Hacienda, podrían descender el año que viene entre 6.000 y 8.000 millones de marcos. Los recortes más probables se aplicarían a las subvenciones a la minería y a los fondos de pensiones.
Por otra parte, Johann Wilhelm Gaddum, miembro del directorio del Bundesbank (banco central alemán), repitió ayer la tesis de que habrá que esperar a que el país asimile la subida de un punto en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que se producirá el primero de enero, antes de revisar los tipos de interés.
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