Isabel II considera a 1992 como "annus horribilis" para la monarquía británica
La reina Isabel II de Inglaterra calificó ayer a 1992 como "annus horribilis" ("año terrible") en lo que constituye su primera alusión pública a las preocupaciones que asaltan a la familia real británica.
En el curso de un banquete ofrecido en su honor en Londres, con ocasión del cuatrigésimo aniversario de su ascenso al trono, Isabel II declaró" 1992 ya no será un año que yo recordaré con una alegría sin tacha".
Este año, que debía haber estado marcado por el aniversario de su coronación, ha deparado otras emociones a la soberana: su hija mayor, la princesa Ana, ha obtenido el divorcio de Mark Phillips; el príncipe Andrés, duque (le York, se ha separado de Sarah Ferguson, y los problemas emocionales de lady Diana y sus tensiones conyugales con el príncipe Carlos, heredero de la corona, se comentan en todos los mentideros.
Menos popularidad
Además, los sondeos muestran una fuerte caída en la popularidad de la monarquía. Para colmo, el castillo de Windsor, la residencia preferida de la reina, ardió el pasado fin de semana, dando pie a una fuerte polémica sobre los costes de la restauración y las ventajas fiscales de las que se beneficia la familia real. El cheque en blanco otorgado por el Gobierno a la reina Isabel II ha sulfurado a los diputados laboristas y a una buena parte de la prensa, incluso la monárquica.La soberana reconoció en el banquete que "la crítica es buena para las personas y las instituciones que forman parte de la vida pública", pero agregó en seguida: "Este examen minucioso puede ser también eficaz si se efectúa con un toque de dulzura, de buen humor y comprensión".
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