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El alcalde disculpa la escasa huella de Madrid 92 por haber 'vendido' a Severo Ochoa y no a Maradona

Javier Casqueiro

El optimismo del alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, al defender la importancia y calidad de los actos programados durante la capitalidad europea de la cultura, no se resiente ante nada. Sólo admite un error: su escasa trascendencia, fundamentalmente en los medios de comunicación. El alcalde ofrece una explicación: "Madrid ha tenido como misión vender a Severo Ochoa mientras los demás vendían a Maradona".

El alcalde eligió, para dar cuenta de lo ocurrido durante la capitalidad cultural, un foro más bien favorable: un almuerzo coloquio en el club Siglo XXI. Álvarez del Manzano relató los innumerables actos (en total se han programado 1.800, con 6.400 millones de presupuesto), que han situado a Madrid durante este año entre los primeros lugares del mundo en artes plásticas, música, danza, teatro...Los promotores dan por finalizada la capitalidad, aunque todavía queda por celebrarse una treintena de actos, y algunos están desarrollándose. Hace escasamente un mes, el presidente regional, Joaquín Leguina, y el primer teniente de alcalde, Luis María Huete, presentaron en París la capitalidad. Álvarez del Manzano negó ayer que ese acto fuese una presentación oficial -pese a que la Financió el Consorcio-, sino una conferencia para dar cuenta del acontecimiento. No obstante, Leguina empezó su intervención de París recalcando el carácter de presentación.

La organización de Madrid 92 cifra en unas 900.000 las personas que van a asistir finalmente a los actos; 500.000 en el primer semestre.

Nadie rebatió durante el coloquio de ayer la evidente calidad de la mayoría de estos actos, aunque hubo coincidencia entre los asistentes sobre la mala imagen ofrecida en el seno del Consorcio por las peleas entre las distintas administraciones. También se cuestionó la crítica relación del concejal de Cultura, Pedro Ortiz, con su propio alcalde y con los demás responsables de Madrid 92. Ortiz no acudió ayer al club Siglo XXI, y Álvarez del Manzano lo disculpó arguyendo que los organizadores le habían pedido que limitara la presencia de concejales por falta de capacidad.

"Apuesta originalísima"

El alcalde empezó su disertación admitiendo que ha mantenido una postura "originalísima" ante Madrid 92: "Yo me he creído la capitalidad y la he defendido desde dentro y desde fuera". Álvarez del Manzano aludió así a "conflictos internos y externos".Sobre el resultado de Madrid 92 sólo tuvo palabras de elogio: "Ha sido un año excepcional, el mejor de los ocho celebrados hasta ahora. Los objetivos se han cumplido con creces". El alcalde enumeró las obras que permanecerán en 1993 y que situarán a la ciudad entre las cinco más importantes del mundo y como capital de servicios de Europa: teatro y museo municipal, parque Juan Carlos I, rehabilitación de la Casa de América y del palacio del Marqués de Mora, museo Thyssen, faro de la Moncloa, invernadero, partitura de Halffter, publicaciones y restauración de la Puerta de Alcalá.

Incluso sobre los fallos de la capitalidad cultural, el alcalde encontró la manera de exculparse al citar otras responsabilidades. Habló del retraso de dos años en constituir el consorcio organizador y, sobre todo, de la mala política de comunicación. Aquí entraron en juego los agravios comparativos. "Yo no digo que Maradona sea mejor que Ochoa, sólo que tienen distinto impacto en los medios informativos", argumentó. "El eco de París o Berlín ha sido menor que el de Madrid, y no tenían que competir con unas olimpiadas y una Expo", añadió. "Nosotros hemos tenido para publicitar el consorcio el mismo dinero que Jordi Pujol [presidente de la Generalitat] para decir una cosa obvia: que Barcelona está en Cataluña".

"Madrid 92 ha sido el acontecimiento de este año que menos dinero público ha gastado; luego no tenemos la culpa de la devaluación de la peseta", apostilló.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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