Un convoy de la ONU consigue romper el cerco de la sitiada ciudad de Gorazde

Un convoy de ayuda humanitaria escoltado por cascos azules franceses consiguió entrar ayer, en su segundo intento, en la sitiada ciudad musulmana de Gorazde. Esta localidad bosnia, situada a 80 kilómetros al este de Sarajevo y habitada por 100.000 personas, sólo había recibido otro convoy de ayuda desde que comenzó la guerra, hace ocho meses. Por el contrario, 14 camiones con destino a Srebenica, otra ciudad sitiada, fueron retenidos por la población serbia. Entretanto, continúa la evacuación de niños, mujeres y ancianos de Sarajevo.

A la segunda fue la vencida. Tras el frustrado intento del miércoles de un convoy de ayuda humanitaria para alcanzar Gorazde, ayer los cascos azules franceses de la ONU llegaron a esta ciudad, cuyos habitantes están padeciendo un largo asedio desde el comienzo de la guerra. La otra caravana enviada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a la localidad de Srebenica no pudo lograr su objetivo.La población serbia de los alrededores paralizó el convoy al alegar que sólo habían dejado tres camiones de alimentos y medicinas en las localidades serbias de la ruta. Los siete largos meses de asedio de las fuerzas serbias han convertido a Srebenica en una especie de campo de concentración musulmán, al haber llegado a la ciudad unos 70.000 refugiados que han venido a sumarse a los 40.000 habitantes de antes del conflicto. Los serbios de la localidad de Branutac amenazaron ayer con emplear las armas si los cascos azules de la ONU tratan de hacer pasar por la fuerza la caravana con ayuda humanitaria para Srebtnica. La agencia de noticias serbia Tanjug añadió que la amenaza es una respuesta a informes de fuentes musulmanas de que el general francés Phillipe Morillon, comandante de los cascos azules en Bosnia, acudirá a la zona para hacer pasar el convoy, que ha sido detenido por los serbios en varias ocasiones.

Evacuación de Sarajevo

Las ayudas humanitarias también llegaron ayer por vía aérea a Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, tras la interrupción sufrida después del ataque a un avión francés. Entretanto, 700 personas, en su inmensa mayoría niños, mujeres y ancianos, partieron ayer de la capital bosnia en siete autobuses con dirección a Split, en la costa del Adriático. Los evacuados viajarán posteriormente a Praga, la capital de Checoslovaquia, donde serán alojados en centros de acogida. La capital bosnia sufrió ayer nuevo bombardeos por parte de las fuerzas serbias que rodean la ciudad desde hace meses. Radio Sarajevo informó ayer de que los combates habían sido intensos en varias zonas de la república y, en especial, cerca de Gradacac.Los cascos azules españoles escoltaron ayer de nuevo dos convoyes. Uno de ellos volvió con camiones vacíos desde Jablanica a Metkovic y el segundo recorrió la ruta inversa con ayuda humanitaria, según informaron ayer fuentes del Ministerio de Defensa. Las tareas de escolta no registraron ningún incidente.

En un clima de recrudecimiento de los combates a lo largo de esta semana, el general Momir Talic, alto responsable militar serbio en Bosnia-Herzegovina, señaló ayer que los serbios que viven en esta república se preparan para una guerra de 10 años. La toma de Gradacac es juzgada como prioritaria por los jefes militares serbios, que encuentran una resistencia feroz en esta ciudad y en otras zonas de Bosnia por parte de las tropas croato-musulmanas.

En el otro lado de las barricadas, el presidente de Croacia, Franjo Tudjman manifestó ayer que su país insistirá ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la necesidad de recurrir a la fuerza para aplicar el plan de paz diseñado por Cyrus Vance.

Tudjman, que el miércoles se reunió con una delegación del Parlamento Europeo, señaló que sólo el recurso a la fuerza permitirá a los cascos azules de la ONU cumplir una de las resoluciones del citado plan: el desarme de las formaciones paramilitares serbias en las zonas que controlan. Tudjman se reunió ayer con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Alí Akbar Velayati, para reforzar sus relaciones políticas y económicas. Velayati tiene intención de ir a Bosnia.

Fuerzas de la OTAN anunciaron ayer que los navíos que controlan el embargo naval a la actual Yugoslavia habían permitido la llegada de dos navíos al puerto montenegrino de Bar.