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Los principes de Gales anuncian su separación

Un anuncio simultáneo emitido por el Palacio de Buckingham, la residencia oficial de la reina Isabel, y leído por el primer ministro británico, John Major, en la Cámara de los Comu- -nes, y por el lord Canciller (presidente), en la Cámara de los Lores, informó ayer que los príncipes de Gales han decidido separarse. La pareja no se divorciará y no habrá crisis constitucional. En esa circunstancias, según Major, Carlos podrá llegar a ceñir la corona y Diana a ser reina.

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Portavoces oficiales de la familia real informaron que el acuerdo fue alcanzado de forma amistosa en las dos últimas semanas y que los príncipes de Gales acudirán conjuntamente a sus compromisos públicos inmediatos, que incluyen la asistencia al banquete de gala ofrecido por la reina Isabel, en el yate Britannia, a los jefes de Estado y de Gobierno europeos, que se reúnen este fin de semana en Edimburgo.El comunicado del Palacio de Buckimgham era escueto y señalaba que los príncipes de Gales no tienen intención de divorciarse. La reina y el duque de Edimburgo se declaraban en el comunicado "entristecidos" y pedían que cesen las intromisiones de los medios de comunicación en la vida de los príncipes, a fin de que puedan ofrecer "una educación feliz y segura" a sus hijos.

La decisión de anunciar la separación se produce 20 días después del incendio de parte del castillo de Windsor, residencia favorita de la soberana; 10 días después de que el primer ministro informase al Parlamento de que Isabel 11 pagará impuestos a partir del próximo año y sólo tres días después del anuncio de la boda de la princesa Ana con el comandante Tim Laurence, que se celebrará el sábado en Escocia.

El vendaval de acontecimientos que ha sacudido a la familia real durante este año, que la reina Isabel calificó hace dos semanas como annus horribilis, se extendió ayer con la noticia de la separación de los príncipes de Gales, que, según las primeras reacciones de los medios de comunicación británicos, colocan a la monarquía ante una de sus más graves crisis en este siglo.

El primer ministro, John Major, recalcó, como hacía el comunicado oficial, que la posición constitucional de los príncipes no se altera, pero la Cámara de los Comunes respondió con murmullos cuando Major afirmó que, tras el anuncio, "no hay razón para que la Princesa de Gales no sea coronada Reina a su debido tiempo". El anuncio de Major en los Comunes sólo .tienen el precedente de 1936, cuando el primer ministro Stanley Baldwin anunció que Eduardo VIII abdicaba por su irrenunciable propósito de contraer nupcias con la divorciada norteamericana Wallis Simpson.

Major también informó que la separación no impide que el príncipe de Gales sea nombrado Jefe de la Iglesia de Inglaterra cuando acceda al trono británico. Las peticiones de apoyo realizadas por el primer ministro sólo tuvieron contrapunto en la intervención del diputado laborista radical, David Skinner, una de las escasas voces republicanas de la Cámara de los Comunes.El retorno de los hijos

El momento del anuncio parece haber sido decidido por los príncipes de Gales para anticiparse al regreso a casa de sus dos hijos, Guillermo, de 10 años, y 14arry, de ocho, que este fin de semanainician sus vacaciones escolares. Los príncipes querían así, al parecer, aclarar su situación familiar y su nuevo estatus.

Los príncipes de Gales llevan vidas separadas desde hace meses y, según los portavoces de la familia real, mantendrán esta situación. El príncipe Carlos reside regularmente en su casa de Highgrove, en el condado de Gloucestershire, en el suroeste de Inglaterra, mientras que la princesa de Gales reside en el palacio londinense de Kensington. El príncipe de Gales residirá ahora cuando se encuentre en Londres, en Clarence House, la residencia oficial de la reina madre.

Ambos continuarán asistien do a sus compromisos públicos y acudirán conjuntamente a reuniones familiares y ceremonias de Estado. El príncipe de Gale

asignará ahora parte de su renta de 600 millones de pesetas almantenimiento de su familia y del aparato burocrático que tendrá que asistir a la Princesa de Gales.

La separación se produce tras una larga polémica pública que los príncipes de Gales han mantenido, a través de personas interpuestas, en los medios de comunicación británicos. Aunque el matrimonio parece haber entrado en crisis hacia la mitad de la pasada década, ambos cónyuges mantuvieron las apariencias hasta la aparición este verano de un libro sobre la Princesa Diana, escrito por el periodista Andrew Morton, que causó consternación en el seno de la familia real.

Amigos de la Princesa de Gales habían participado, con su autorización expresa, en la elaboración del libro, que presentaba un retrato desgarrado de la relación conyugal de los príncipes.

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