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El Gobierno pide a los Thyssen la absoluta propiedad de la colección de 800 pinturas

Los 9.000 millones de pesetas invertidos se deducirán de los 40.000 de la compra

Los negociadores españoles en la operación de compra de la colección Thyssen consideran que por parte del Estado se han cumplido ya todos los requisitos para lafirma. Hay consenso en cuanto a la cifra (unos 40.000 millones de pesetas) y el Gobierno dice haber asumido ya los compromisos sobre el mantenimiento de la unidad de los 800 cuadros que se exhiben en el palacio de Villahermosa de Madrid. Lo único que falta, según la parte española, es que el grupo Thyssen aporte las aprobaciones y renuncias necesarias de los herederos para tener la máxima garantía jurídica sobre la propiedad de la colección.

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Todavía no repuestos de la sorpresa producida por el anuncio por parte de los barones Thyssen de la inminencia de la firma del acuerdo de venta de su colección, los negociadores españoles no le ponen fecha aún a la operación porque de momento, aseguran, no tienen en su mesa la documentación que garantice el pleno dominio de la propiedad de las obras por parte del Estado.11 La parte española está esperando que con carácter formal que el grupo Thyssen aporte todas las aprobaciones y renuncias que sean necesarias para una operación cuyos términos esenciales están pactados", dijo ayer Rodrigo Uría, el abogado que por parte del Gobierno lleva las negociaciones.

"Es necesario", añade, "que el Estado o la Fundación Thyssen reciban la absoluta propiedad de la colección, es decir, el pleno dominio, sin que esa propiedad o la propia operación de cesión de la propiedad quede sujeta a reclamación futura de ningún tipo por parte de nadie7.

De momento, la parte española tiene garantías verbales de los representantes del trust familiar propietario de la colección, con sede en Bermudas, de que no existen problemas graves que puedan impedir la firma del acuerdo. Sin embargo, es necesario que se cumplan las formalidades "y que haya dictámenes jurídicos de nuestros abogados fuera de España que nos digan que la operación es inatacable", asegura Uría.

El negociador español dice que se sentiría muy satisfecho de firmar el acuerdo "mañana mismo" o en el plazo señalado por los barones, de 45 días a dos o tres meses, aunque afirma que de solucionarse los problemas formales en ese plazo se trataría de una solución "extraordinariamente rápida".

La complejidad de la propiedad de la colección empieza en Bermudas, sede. del trust dueño de los cuadros. El grupo tiene unos trustees o administradores responsables del patrimonio, así como unos protectores que. dan su opinión en asuntos importantes, y unos beneficiarios, que son los herederos del barón (sus cuatro hijos, Heini Jr., Francesca, Lome y Alexander, y su actualesposa, la española Carmen Cervera). El que administradores del trust, protectores y beneficiarios den su aprobación y hagan las renuncias necesarias es indispensable para la firma de la venta. "Todas estas aprobaciones y renuncias están afectadas por la legislación de Bermudas, que es derecho inglés; por tanto, son los abogados ingleses y de Bermudas los que tienen que dictaminar sobre el grado de cumplimiento de esos requisitos de autorización o de renuncia".

El dificil entramado de las negociaciones incluye también el hecho de que las nacionalidades de los herederos son distintas a la de Bermudas y hay otras legislaciones que pueden tener influencia en la operación. Asimismo constituye un escollo, a solventar por la parte del trust, la minoría de edad, según las leyes suizas, del hijo menor del barón, Alexander, de 18 años. De no buscarse otra fórmula, los términos de la operación tendrán que ser aprobados por el menor y su tutor (en este caso la madre, Denisse Shorto), o simplemente por el tutor.

Fórmula de pago

Respecto a la fórmula de pago de la cifra acordada por ambas partes -en torno a los 40.000 millones de pesetas, sujetos a las fluctuaciones del dólar-, diversas fuentes no descartan que sea aplazado, con la consiguiente discusión sobre los intereses.

Lo que sí está ya acordado es que de la cifra global a pagar se deducirán las compensaciones anuales que el Estado ya ha hecho por el alquiler de la colección. España ha puesto 9.000 millones de pesetas en la fundación, de los que unos 4.000 se utilizaron para la obra de rehabilitación del palacio de Villahermosa, sede de la colección Thyssen, realizada por el arquitecto Rafael Moneo. De los 5.000 restantes, que es lo que cuesta el alquiler de la colección por 10 años, hasta ahora se ha pagado un plazo de unos 500 millones de pesetas, a descontar del pago final.

De todas formas, la existencia de un preacuerdo firmado en julio de 1992 entre ambas partes para la venta de la colección, guardado celosamente en la caja fuerte del Ministerio de Cultura y en el que no se habla de cantidades, supone cierta garantía para los negociadores españoles, que consideran muy improbable el fracaso de la operación cultural más espectacular desarrollada en España en este siglo.

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