Los secuestradores filipinos del misionero español guardan silencio
Las autoridades filipinas seguían ayer sin saber qué grupo y por qué razón secuestró el jueves al misionero claretiano español Bernardo Blanco, de 65 años, en la isla de Basilán, a unos 900 kilómetros al sur de Manila. Un portavoz de la orden asegura que no se pagará ningún rescate por Blanco."Lo más importante es recuperar sana y salva a la víctima", ha manifestado el presidente filipino, Fidel Ramos. Dos monjas españolas, secuestradas del 17 de enero al 5 de febrero pasados por la guerrilla musulmana, fueron liberadas gracias a una mediación diplomática árabe. En este caso también parece estar implicado un grupo extremista musulmán, que aún no ha comunicado sus exigencias. "Los secuestradores saben que la Iglesia no tiene dinero y que no pensamos pagar ningún tipo de rescate", ha señalado un portavoz claretiano.
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