Un miembro del 'comando itinerante' amenazó con delatar a Pakito

ENVIADO ESPECIAL Los siete presuntos etarras que se enfrentan aparentemente unidos como una piña en París al Tribunal de la 14ª Sala de lo Correccional llegaron a mantener en el pasado conflictos internos rayanos en la delación y el ajuste de cuentas. El sumario instruido por la juez Laurence Levert: explicita cómo Jon Parot, temeroso de una represalia de Francisco Múgica Garmendia, Pakito, tras haber desertado del comando itinerante, le hizo llegar el mensaje de que si algo le ocurría la policía sabría el paradero del entonces número uno de ETA.

Igualmente, la investigación de Levert revela la intensa preparación a que fueron sometidos los integrantes de esta unidad de élite, que llegaron a saber cómo preparar artefactos que explotarían al paso de una persona por una barrera de rayos infrarrojos.El sumario contra Pakito, Jose María Arregui Erostarbe, Fiti, y otros cinco presuntos etarras bajo acusación de pertenencia a asociación de malhechores explicita las luchas en el seno del comando itinerante.

Varios de los miembros del comando que formó Txomin Iturbe en 1978 decidieron abandonar esta unidad de élite etarra alegando tener miedo de proseguir las acciones en España. Tal fue el caso de Jean Vicent García (Bixente), Jean Pierre Erremundeguy (Pampi), y Philippe Saez (Txistu), quien llevó tan lejos su apartamento de las armas que se metió a monje en el convento de Bellocq. Tales deserciones causaron el malestar de miembros del comando como Henri Parot, Fréderic Haramboure y Jacques Esnal. Estos tres autores de las acciones más sanguinarias del comando y de las declaraciones más explícitas de todo el sumario, sin embargo, vieron colmada su paciencia con la deserción de Jon Parot. Su hermano Henri dejó de hablarle.

Sin embargo, la reacción más dura vino del máximo jefe de ETA, Pakito. "Después de haber formado parte del comando entre 1978 y 1987, su di misión provocó la cólera del jefe, de entonces, Múgica Garmendia, y el descontento de otros miembros del comando" . Pakito cita a Parot en un cámping de Bidart en 1989 para "discutir sobre su salida" refleja el sumario.

Sin embargo, "esa reunión no se produce, pues Christiane Fando, abogada de presos de ETA, recibió por entonces una carta en francés destinada a Múgica Garmendia en la que se le advertía que si acudía la cita [con Jon Parot] corría el peligro de que le sucediera lo que le había ocurrido a Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, miembro de la dirección de ETA detenido por la policía francesa".

Incluso la abogada Christianne Fando recibió llamadas telefónicas en francés en las que se le decía que "si había represalias contra el chivato, es decir, Jon Parot, caería en manos de la policía una casa en Anglet. En diciembre de 1989, en la residencia Delta, donde se reunía el comité ejecutivo de la época, constituido por José Javier Zabaleta Elósegui y Josu Arkautz: Arana y Múgica Garmendia y donde fue capturado un importante arsenal de armas por la policía francesa".

El sumario también revela la generosidad con que la organización terrorista trató a este comando. Le proporcionó todos los medios materiales a su alcance -en una sola operación, podían utilizar media docena larga de coches y contaban con un arsenal propio en casa de Otxantesana-, mucho dinero y a sus mejores monitores. Entre éstos, Isidro Garalde, Mamarru.