Japón y Estados Unidos desconfían de la política nuclear de Corea del Norte

La decisión de Corea del Norte de suspender su retirada del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, anunciada el pasado viernes, ha sido aplaudida por Corea del Sur y Japón, dos de los países más interesados en su permanencia, pero persisten en sus Gobiernos las dudas sobre la disposición de Pyongyang a permitir la inspección de sus instalaciones nucleares.Un escepticismo similar mantiene Estados Unidos que ayer, por boca de su secretario de Estado, Warren Christopher, manifestó que no harán concesiones a los norcoreanos en el terreno de las inspecciones internacionales por parte del miembros del Organismo Internacional para la Energía Atómica.

Fuentes niponas recordaron que el punto que originó toda la crisis fue la negativa de Corea del Norte a permitir la entrada de inspectores internacionales para revisar las instalaciones. nucleares norcoreanas. "Ese asunto no ha quedado todavía solucionado y será el de mayor dificultad".

Según una información publicada por el diario surcoreano Chosum Ilbo, el régimen estalinista norcoreano está estudiando un plan para intentar convencer al mundo de que el programa nuclear tiene objetivos pacíficos, pero descarta, de momento, la autorización para que un equipo de expertos lo comprueben sobre el terreno.

El Organismo Internacional para la Energía Atómica ha pedido que sea aprobada la inspección de dos instalaciones en Yongbyon, a lo que se opone Corea del Norte argumentando que el verdero objetivo es espiar sus bases militares.

Papel de Pekín

Comentaristas japoneses sostienen que China ha jugado un papel importante en el cambio de postura observado en las autoridades de Corea del Norte. "Esperemos que lo siga haciendo", dijo uno de ellos.China, la única nación importante que mantiene buenas relaciones con la dictadura norcoreana, se opone a su acorralamiento y a la imposición de sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU. En su lugar propone una "discreta labor diplomática" para evitar que Kim II Sung aplique, en una situación límite, medidas que desestabilicen la península coreana, fronteriza con el este chino.