Tapia: "Los periódicos tienen fuerza, vitalidad, y también inmadurez"

La prensa en España ha registrado, tras la dictadura, un cambio generacional que se refleja en unos periódicos que tienen "fuerza, vitalidad, pero también inmadurez", afirmó ayer Joan Tapia, director de La Vanguardia, en el seminario Creadores de opinión, organizado por la Complutense en su Universidad de Verano de El Escorial.

Tapia, que pasó revista a la evolución de los medios de comunicación en el periodo 1977-1993, anotó la tentación de algunos de querer cambiar el rumbo de un país con sus opiniones sin considerar que los medios tienen menos fuerza política de lo que se cree.La adolescencia pujante que Tapia percibe en la prensa española actual puede estar animada, en su opinión, por triunfos rápidos como los del diario EL PAÍS o el Periódico de Catalunya, que consideró como propios de una época de cambio, de transición, una coyuntura que se da pocas veces en la historia. Ello ha llevado a la falsa idea de que en prensa se puede triunfar rápidamente, cuando, en realidad, la compra de un determinado diario es un hábito que cuesta mucho tiempo en ser adquirido por un lector. Tapia explicó, en este sentido, una especie de teorema del éxito falso. Se parte de la verdad de que llevar noticias importantes en primera página vende muchos ejemplares; se comprueba que cada día no hay verdaderas noticias muy importantes y se concluye que, como hay que vender, se construye una noticia importante, cada día, en la primera página. Tapia agregó que el sensacionalismo, a largo plazo, no es rentable por carecer de la credibilidad suficiente, ya que acaba agotando la confianza de sus lectores.

Sin menospreciar el poder de la prensa, el director de La Vanguardia se refirió, sin citarlos, a determinados periódicos dedicados más a echar al PSOE del poder que a informar a sus lectores. Para Tapia, es una ingenuidad pensar que con algunas opiniones, expresadas por escrito o en las radios, se puede torcer el rumbo de un país. Y recordó a un director de diario que hace 13 años decía que todos los males de España venían de la mano de Adolfo Suárez, que la salvación estaba en Leopoldo Calvo Sotelo, y ahora dice que hay que echar a Felipe González. Invitado por el director del curso, Juan Luis Cebrián, a que diera el nombre del director -para responder a las críticas de quienes les acusan de criticar sin dar nombres-, Tapia declinó el ofrecimiento tras señalar que es bastante conocido como ex director de Diario 16 y, ahora, de El mundo. El proceso de concentración de medios -que ve preocupante cuando la prensa no es más que una división de un grupo económico o financiero- y la ola profunda de crítica que nace del desencanto por la marcha de la economía y de la falta de alternativa política son dos de los rasgos más notables en el horizonte de la prensa en España.

Sobre la aparición en España de una prensa popular, en el sentido de los tabloides británicos, se mostró escéptico. En su opinión, la llegada de la televisión, antes que la libertad, a España frustró la aparición de este tipo de prensa. Su ausencia hace, entre otros motivos, que el número de ejemplares diarios que se venden en España sea inferior al de otros países europeos. Por el contrario, si se comparasen los niveles de difusión de la prensa de calidad las diferencias no serían tan grandes.