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Rusia ordena a sus tropas frenar la ofensiva de los independentistas abjazos en Georgía

Rusia se vio obligada a tomar una posición firme, cuyo alcance no estaba claro aún anoche, ante la intensificación de los conflictos que asolan la República de Georgia, debido al ataque de los abjazos, que rompieron el alto el fuego concertado a finales de julio y lanzaron una ofensiva para conquistar las posiciones de los georgianos. En este sentido, el mando de las tropas rusas en el Cáucaso recibió orden de Moscú para atajar el ataque de los abjazos a Sujumi y restablecer la situación que existía antes del 16 de septiembre, según afirmaba Interfax. Esta información habría sido divulgada, según la agencia, por el general Borís Diukov, vicejefe de las tropas rusas del Cáucaso, en una reunión con parlamentarios georgianos.La misma agencia informaba que Pavel Grachev, el ministro de Defensa de Rusia, debía llegar anoche a la ciudad abjaza de Gudaúta, pero este extremo no había sido confirmado a primera hora de la madrugada.

El líder de Georgia, Edvard Shevardnadze, dió su consentimiento para que Rusia, garante del acuerdo firmado por abjazos y georgianos en Sochi el 27 de julio, recurra a la fuerza militar con el fin de restablecer la situación existente en Abjazia antes de la ofensiva. La agencia de noticias Interfax afirmaba esta madrugada que el líder georgiano había hecho esta declaración desde Sujumi ante la televisión georgiana.

Aprovechando la debilidad de Shevardnadze, enfrentado a los insurgentes del ex presidente Gamsajurdia, los abjazos trataron de romper el bloqueo de la ciudad de Tkarcheli, sitiada desde el año pasado, y después consiguieron introducir sus tanques en Sujumi, la capital de Abjazia, controlada hasta ayer por los georgianos.

Shevardnadze voló urgentemente a Sujumi y allí desafió de nuevo el peligro que le ha rozado en varias ocasiones, A resultas de un ataque abjazo, un hombre resultó herido en la misma habitación donde Shevardnadze departía con un grupo de militares.

Engañado

"Ahora no tenemos con qué defendemos y no me queda nada más que volar a Sujumi y, juntamente con sus ciudadanos desarmados, defender la ciudad con las manos desnudas", manifestó Shevardnadze en un telegrama enviado al presidente de Rusia, Borís Yeltsin, antes de partir. Según Shevardnadze, los georgianos habían retirado sus medios de defensa tanto en Sujumi como en Ochamchira, en cumplimiento de los acuerdos de Sochi. En un tono de claro reproche, Shevardnadze afirmaba que el pueblo georgiano se siente "engañado por aquellos que han firmado el acuerdo y no hacen nada para que se cumpla".

Yeltsin y Shevardnadze mantuvieron una conversación telefónica y el Gobierno ruso exigió que los dirigentes de Abjazia interrumpieran los combates en la zona del conflicto, volvieran a respetar el alto el fuego y regresaran a las posiciones de partida. Una negativa abjaza será contemplada como un desafío con todas las consecuencias políticas y económicas, manifestaba el comunicado gubernamental ruso. Las acciones militares abjazas son una flagrante transgresión del acuerdo de Sochi, continuaba el documento. Según éste, la negligencia georgiana en el cumplimiento de este acuerdo no puede utilizarse como justificación.

El contingente militar abjazo formado por 250 hombres, que habían cruzado el río Gumistá, mantenía anoche combates en las afueras de Sujumi, y no en el centro de la ciudad, como se había dicho inicialmente. En Tkvarcheli, los abjazos consiguieron abrir un corredor hasta el mar Negro, lo que les permite abastecer de alimentos a este centro minero que llevaba 400 días sitiado. No contentos con esta acción, lanzaron un ataque contra Ochamchira, ciudad que se encontraba en manos georgianas. La población civil era evacuada con urgancia de la ciudad, mientras los combates se desarrollaban en los suburbios, indicaban fuentes de Tbilisi.

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