Réplica de Amigos de la Tierra
En el ejercicio del derecho a réplica, la junta directiva de Amigos de la Tierra de España se ve obligada a contestar a la inexacta y tendenciosa información vertida por el señor Rafael Ruiz en su artículo sobre Humberto da Cruz del domingo 19 de septiembre, publicado en las páginas dominicales de EL PAIS.1. Lamentamos profundamente que un diario de las características y prestigio de EL PAÍS publique una información con contenidos tan inexactos y tendenciosos como la aludida, en la que se refiere a Amigos de la Tierra como un “clan de cuatro amigos y familiares de Humberto da Cruz”. Cualquier persona mínimamente informada y sin intereses mezquinos puede conocer la realidad de las actividades y organización de Amigos de la Tierra a través de grupos regionales y locales dispersos por la geografía española, que desempeñan una labor intensa, aunque ciertamente no demagógica, que es reconocida por la mayor parte de los expertos e interesados en la defensa del medio ambiente. De hecho, algunas de las campanas más relevantes del ecologismo español a lo largo de los últimos años han sido realizadas por grupos y personas de Amigos de la Tierra, como puede comprobar cualquier periodista especializado en estos temas y no tendencioso revisando informes o he merotecas. Resultaría cuando menos asombroso que dicha actividad fuera la tarea de “cuatro amigos y familiares”.2. El citado señor Ruiz, contrariamente a cualquier mínima ética profesional del periodismo, no se ha dirigido en ningún momento, ni ahora ni en el pasado, a Amigos de la Tierra para informarse acerca de nuestra asociación o, al menos, contrastar sus sesgadas y poco afortunadas fuentes de información.
3. Parece deducirse del contenido expresado. en la información (?) del señor Ruiz la existencia de algún asesor del periodista con intereses personales poco confesables, a tenor de la particularísima visión expresada en el mismo, no sólo acerca de Amigos de la Tierra de España, sino sobre Amigos de la Tierra Internacional, organización interna cional que toda! las fuentes solventes y enteradas en el tema de las organizaciones no gubernamentales (ONG) ecologistas reconocen como la de mayor crecimiento mundial en los últimos años, siendo actualmente la red ecologista organizada más amplia y distribuida del mundo, con presencia en 51 Estados, y no limitada a países del llamado Norte.4. Sorprende incluso la expresión de que "esta organización ha perdido mucho terreno en favor de Greenpeace". Independientemente de la meritoria labor que desarrolla Greenpeace, su distribución mundial es más reducida que la de Amigos de la Tierra y más sesgada hacia países desarrollados. Por otra parte, la forma de actuación de ambas Organizaciones es muy diferente, así como su estructura: Amigos de la Tierra tiene socios que trabajan en actividades locales, mientras que Greenpeace tiene sólo un reducido número de miembros activos y con capacidad decisoria a nivel mundial, siendo el resto supporters, es decir, personas de apoyo, pero que no forman parte real de la organización, actividades o decisiones. Es importante que existan ambas organizaciones, pero es también importante recordar al señor Ruiz y a sus asesores, si los tiene y por si no lo saben, que no existe competencia entre organizaciones con métodos de trabajo y estructuras tan diferentes. Sí existe por nuestra parte la esperanza y el deseo de que tanto Greenpeace como Amigos de la Tierra refuercen, en todos los ámbitos, su presencia e influencia mundial.
5. Finalmente, sólo reseñar que entre las múltiples inexactitudes que plagan el contenido de la lamentable información del se ñor Ruiz, trufadas de un tono impresentable para un periódico como EL PAÍS, pleno de tendenciosidad general y descalificacio nes sectarias, está la referida al. "sustancioso acuerdo de 18 millones de pesetas para proteger la biodiversidaU. Dicho convenio, presentado por Amigos de la Tierra y firmado con la Secreta ría de Estado para el Medio Ambiente y Agluas, cuenta con la mitad de ese presupuesto y se inscribe en la línea general de difusión de temas ambientales, generaImente mucho más baratas cuando son realizadas por ONG que incorporan una gran parte de trabajo voluntario y nunca as pectos lucrativos. Convenios si milares han sido suscritos por prácticamente todas las organizaciones ecologistas importantes en éste y en otros países simila-,
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res, y confiamos por el bien del medio ambiente y la sensibilización pública que se incrementen, a pesar del flaco favor que artículos como el del señor Ruiz hacen a la causa necesaria del ecologismo. A propósito, hay que recordar que Humberto da Cruz fue a la Cumbre de Río, junto al actual vicepresidente de la CODA y miembro de Aedenat, como representantes de las ONG ecologistas españolas en seguimiento de la reunión de Río y dentro de la delegación oficial española (como hubo otros representantes de sindicatos, por ejemplo), práctica común en muchos países europeos y que consideramos de gran importancia en la defensa de una mayor participación pública en las reuniones y acuerdos internacionales de la relevancia de Río.
Por todo ello, queremos dejar constancia del grave daño que la citada información del señor Ruiz hace tanto a Amigos de la Tierra como al conjunto del movimiento ecologista con su tendencioso e inexacto artículo, así como esperamos que, por el buen nombre y prestigio de EL PAíS, se rectifique, mediante este artículo, la información vertida, para bien de los lectores y para que no se vuelvan a producir tan lamentables informaciones-
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