La policía fiscal italiana investiga falsos traspasos
La Guardia de Finanzas, policía fiscal italiana, registró ayer las oficinas de varios clubes, algunos tan importantes como el Juventus, el Torino o el Génova, así como los domicilios de varios jugadores, entre ellos el de Gianluigi Lentini. Buscaba pruebas de presuntos traspasos falsos como los que los clubes han realizado a veces para disimular la venta real de algún jugador por un precio superior al autorizado. Los registros, sobre los que las autoridades de Hacienda mantenían un estricto sigilo, resultan de una investigación iniciada por la magistratura de Turín hace meses.
Otros domicilios registrados fueron los de Aguilera y Saralegui (Torino), mientras que no pudieron entrar en el de Dino Baggio (Milán), hermano de Roberto, una de las estrellas del Juventus. Los agentes también estuvieron en las sedes del Venecia, Fiorentina, Pavía, Lecce, Siena, Nápoles y Cosenza.La investigación partió de la denuncia que un socio del club que lleva el nombre de la ciudad, el Torino, formuló en relación con los balances económicos correspondientes al año 1991.
El avispado denunciante se había percatado de que en las cuentas del club correspondientes al año indicado figuraba el traspaso al Venecia de un tal Alessandro Palestro por la cifra de 570 millones de liras (más de 50 millones de pesetas). El socio preguntó en asamblea quién era ese desconocido Palestro y al no obtener más que respuestas confusas, acudió a los tribunales.
La justicia estableció luego que Alessandro Palestro, nacido en Turín el 30 de abril de 1975, era el hijo de una empleada del club que vivía con su padre en Bruselas y que jamás había sido contratado por el Torino ni llegó a tener nunca noticia de su supuesto traspaso al Venecia.
Pero los jueces comprobaron, además, que los 570 millones falsamente contabilizados por el Torino como producto del traspaso de Palestro correspondían exactamente a la diferencia entre los 1.470 millones de liras que el club había percibido del Venecia por la cesión -ésta real- de otro jugador, Francesco Romano, y los 900 millones en que la federación tasaba esa transacción como posible valor máximo. La federación italiana de fútbol establece "parámetros" que limitan el precio de traspaso de un jugador, según sus características y el momento de cumplimiento de su actual contrato.
El traspaso falso en el Cille estaban implicados tanto el Torino como el Venecia, que luego tramitaría con la federación la documentación del falso fubolista Palestro, servía, pues, para enmascarar los ingresos ilegales obtenidos mediante el traspaso verdadero.
Gian Mauro Borsano, hoy diputado socialista y presidente del Torino cuando se produjeron los hechos que le han supuesto un proceso por falsificación documental y contable, sostuvo que la responsabilidad del asunto corresponde a su sucesor en la presidencia.
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