Réplica de traductor
Como traductor del libro de R. Koselleck Futuro pasado, quiero responder a algunas afirmaciones que hace Enrique Lynch en su reseña del libro aparecido en el suplemento Babelia (página 16) del pasado 25 de septiembre.Voy a centrarme en el último párrafo, en el que se descalifica la traducción española, de reciente aparición, por cuanto me afecta de forma muy particular lo que ahí se dice. La descalificación de la traducción me parece desautorizada, infundada y desacertada.
El señor Lynch parece admitir que no ha cotejado el original alemán, y, efectivamente, así debe ser, porque si lo hubiera hecho se encontraría con que lo que él tacha genéricamente de «sintaxis caótica" y "galimatías" no es más que el resultado de una confusión suya: se trata de una obra compleja y dificil de leer ya en su idioma original. Sin cotejar previamente con el original alemán, cualquier crítica a la traducción se desautoriza a sí misma.
Pero, además, la crítica del señor Lynch resulta infundada cuando califica como "grave error de vocabulario" la traducción del término alemán "historismus" por "historismo" en vez de hacerlo, según su preferencia, por "historicismo". Parece ignorar que hay autores alemanes que no le conceden el mismo valor a las dos expresiones. Un ejemplo de lo que digo lo encontramos en K. 0. Apel en el artículo '¿Vuelta a la normalidad?', publicado en el volumen colectivo Ética comunicativa y democracia (editorial Crítica, Barcelona, 1991). A este respecto no le vendría mal repasar reflexivamente la obra de K. Popper La miseria del historicismo. Nos encontramos en una situación análoga con el otro presunto "grave error de vocabulario" que él señala: la expresión alemana "erwarturig" se ha traducido como "expectativa" (una simple mirada al índice lo confirma), aunque en determinadas ocasiones, y en función del contexto, se ha preferido la expresión "esperanza".
Por todo esto, las opiniones formuladas respecto a la traduccion resultan enormemente desacertadas. A estas alturas debiera ser innecesario tener que recordar que comentarios de este tipo y con este nivel de frivolidad no contribuyen de ninguna manera a sostener el nivel intelectual de un suplemento como Babelia.-
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