Paolo Bortoluzzi, ex bailarín y director del Ballet del Gran Teatro de Burdeos

Paolo Bortoluzzi, una de las principales figuras del Ballet del Siglo XX de Maurice Béjart, al que perteneció desde 1960 hasta 1972, ha muerto en Bruselas a los 55 años de una neumonía viral. Fue frecuentemente comparado con Rudolf Nureyev (con quien bailó La canción del compañero errante, un lirico dúo para dos hombres). Había nacido en Génova (Italia) en 1938 y debutó en 1957 en el festival de Nervi, cercano a su ciudad natal. Al principio de su carrera trabajó con Leonidas Massine en el efímero Balletto Europeo. Fue discípulo preferido de Ugo Dall Ara, y también bailó esporádicamente en el teatro de la Scala de Milán y con el American Ballet Theatre en Nueva York.Maurice Béjart creó para Bortoluzzi varias piezas fundamentales del ballet moderno, como Bolero (1960), Misa para el tiempo presente (1967), Ni flores ni coronas (1968), Nomos Alfa (1968), El pájaro defuego (1970) y Nijinski, payaso de Dios (197 l), entre otras. En Viena bailó los papeles protagónicos en los ballets de Aurelio Miloss Per aspera (1973) y Relazioni fragile

A su carrera de bailarín sumó la de coreógrafo con La valse (1965) en Bruselas, a la que sumó Las criaturas de Prometeo (1966) y La Cenicienta (1967) en Düsseldorf, ciudad a la que volvió para dirigir el ballet en 1984. En 1973 abrió una escuela en Turín con la que fuera su esposa, la también bailarina Jaleh Kerendi. Desde 1990 dirigía el cuerpo de ballet del Gran Teatro de Burdeos. Anteriormente había dirigido La Scala por un breve periodo en 1981.-