Tres adolescentes mueren arrollados por un tren de pasajeros en un túnel entre Lugo y Orense

Tres alumnos de primero de BUP del colegio Padre Feijoo de Orense murieron ayer arrollados por un tren rápido de viajeros que cubría el trayecto Vigo-Bilbao. Las víctimas son María Teresa Aranda Vélez, Diana Álvarez Dominguez y Luis Ángel Varela Salgueiro, de edades comprendidas entre los 14 y 15 años. Los chavales fueron sorprendidos por el tren número 12.280 en un túnel entre las localidades de Os Peares y San Pedro de Ribas do Sil, en el límite de las provincias de Lugo y Orense. Esa zona es muy frecuentada por excursionistas para realizar una ruta de visita a monumentos románicos.

Los tres fallecidos formaban parte de una excursión que, según la dirección del colegio al que pertenecían, se realizaba al margen del mismo, aunque en ella participaban más compañeros de curso. El número de jóvenes que participaba en la gira campestre no pudo ser precisado ayer ni por fuentes del centro escolar ni por los estudiantes que formaban parte del grupo.El gabinete de prensa de Renfe informó a su vez de que tuvo conocimiento del accidente hacia las 12.15 de ayer, a través de una llamada de la Guardia Civil, ya que hasta ese momento ningún maquinista había dado cuenta del siniestro.

Para el portavoz de la compañía ferroviaria, "es posible que el conductor de la máquina que los arrolló no los viera debido a la oscuridad del interior del túnel o a que los pequeños fueran arrollados por los vagones y no por la máquina". De hecho, Renfe no pudo confirmar hasta horas más tarde qué tren había arrollado a los jóvenes porque "en torno a esas horas podrían haber sido otros tres convoyes". El accidente se produjo en el punto kilométrico 25,950 de la vía férrea Monforte-Lugo.

Confusión inicial

En las horas posteriores al accidente, la confusión ha sido notable, debido quizás a la complicada jurisdicción del lugar donde se produjeron los hechos -un enclave que pertenece a cuatro ayuntamientos distintos y dos provincias diferentes- y su remota situación orográfica.

Debido a ello, la actuación inicial correspondió a la Guardia Civil de un ayuntamiento lucense que, una vez tuvo conocimiento del suceso, pasó competencias a la provincia de Orense.

Por esta razón, durante más de seis horas no estuvo claro si a las tres víctimas mortales habría que añadir de cinco a diez heridos, ya que ni los compañeros de los fallecidos ni la Guardia Civil de Monforte de Lemos tenían una idea clara de lo que había sucedido. Este dato fue desmentido finalmente por la comandancia de la Guardia Civil de Lugo, quien sí reconoció la confusión creada en torno al incidente, señalando que "es muy difícil de explicar".

Los alumnos participantes en esta excursión -motivados por el profesor de gimnasia José Luis Gómez García y deseosos de tener un contacto con la naturaleza, lejos del entorno familiar- se habían llevado consigo bicicletas con las que recorrer senderos de montaña.

Al cierre de esta edición (las 21.00), las víctimas estaban siendo trasladadas al hospital Nuestra Señora del Cristal, de Orense, en donde se concentraban las familias, entre escenas de dolor y crispación.

No era la primera vez que los alumnos del colegio Padre Feijó de Orense salían de excursión. Según un joven llamado Valentín, compañero de las víctimas y que esta vez no participó en la excursión, la semana pasada habían realizado una visita por la misma zona.

A espaldas del colegio

La ruta elegida es propia de senderistas e idónea para el contacto de los jóvenes con la naturaleza debido a la belleza de los paisajes próximos a la confluencia de los ríos Miño y Sil. También está repleta de monumentos románicos. Quizás por eso, su monitor creyó oportuno que disfrutasen al máximo llevándose bicicletas.

La dirección del colegio se ha apresurado a significar que la excursión fue organizada por el profesor de gimnasia de espaldas a las actividades habituales del centro, y aprovechando el largo puente festivo.

La Guardia Civil intentaba aclarar horas después de la tragedia en qué circunstancias se pudo producir, pero todo apunta a un riesgo innecesario de los jóvenes , a los que el convoy ferroviario, sorprendió en el interior del túnel sin darles opción a evadirse.

Incluso en el caso de que los jóvenes hubieran advertido la llegada del tren y hubieran logra do pegarse a la pared, el efecto de succión provocado por la compresión del aire motivada por la veloz entrada del tren en el túnel habría atraído los cuerpos hacia el centro de la vía, según indican expertos ferroviarios.