Rabin sufre una grave derrota política al perder la alcaldía de Jerusalén
Ehud Olmert, diputado del partido derechista Likud, se alzó ayer con la disputada alcaldía de Jerusalén. La derrota del laborista Teddy Kollek en las elecciones municipales de ayer, es una experiencia inédita para él desde que fuera elegido para el cargo hace 28 años. El fracaso de Kollek supone la desautorización de la política laborista no sólo en el ámbito local, sino en el nacional, para el Gobierno que encabeza Isaac Rabin. Los resultados significan un serio revés para las fuerzas israelíes favorables al plan de paz con los palestinos.
El propio Rabin había manifestado que votar por Kollek era votar a favor de la paz. Un portavoz de los laboristas, partido que gobierna junto con el centroizquierdista Mereth y algunas pequeñas fuerzas religiosas, señaló ayer: "Es una grave derrota para el Gobierno y para nuestro partido".El triunfador Olmert, de 48 años, obtuvo el apoyo masivo del sector religioso ortodoxo, que engloba a un tercio de los 550.000 habitantes de Jerusalén. Entretanto, Kollek perdió la alcaldía por la desventaja de su elevada edad, 83 años, y por el alto grado de abstención entre los palestinos de la ciudad.
Sólo 6.000 palestinos entre los 80.000 con derecho a voto se acercaron ayer a las urnas. No obstante, dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) indicaron ayer que los comicios locales de Jerusalén eran un asunto interno de los israelíes.
La victoria de Olmert se vio también favorecida por el hecho de que el rabino Meir Porush, candidato de los judíos ortodoxos, dejó la carrera electoral y le brindó todo su apoyo al candidato del conservador Likud para que pueda gobernar Jerusalén.
Coches provistos de altavoces recorrían ayer los barrios religiosos de Jerusalén y desde ellos se apelaba, en nombre de la religión, a votar por Olmert. Dado que el electorado ortodoxo es muy disciplinado y sigue ciegamente las recomendaciones de los rabinos, el candidato del Likud contó, por tanto, con más posibilidades. si a eso se añade que la participación en estos comicios fue más bien baja, cabe deducir que el apoyo ortodoxo ha resultado decisivo a la hora de satisfacer las aspiraciones de Olmert.
El Likud obtuvo el apoyo del 55% del electorado frente al 41% de Kollek, según las primeras estimaciones. El voto árabe era lo único que podía salvar a Kollek.
Negociaciones suspendidas
Mientras, Yasir Arafat, el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ordenó ayer a la delegación que negocia con los israelíes el futuro de la autonomía de la franja de Gaza y de la ciudad de Jericó que abandonara las discursiones de Taba hasta la próxima semana. La medida fue la respuesta al plan israelí presentado el día anterior de no retirar sus soldados de Gaza, sino sólo de replegarlos para realizar labores de vigilancia especiales.
Para Arafat tal proyecto supone una violación del espíritu de sus acuerdos con Isaac Rabin, el primer ministro israelí, pues pretende dedicar las tropas a defender los asentamientos de colonos y proteger a los judíos en sus desplazamientos por el área.
"El acuerdo [entre Israel y la OLPI trata sobre la retirada, no sobre el repliegue", señalaron fuentes palestinas, que aceptan que el Ejército defienda los asentamientos de colonos, pero desde su interior y no desde fuera. El jefe de la delegación palestina, Nabil Chaat, consideró la suspensión como provisional. "Sabemos que hay dificultades en cuestiones de seguridad", replicó Isaac Rabin, el primer ministro israelí, que restó importancia al suceso. "Como somos intransigentes en todo lo relativo a la seguridad y no tenemos intención de hacer concesiones sobre la materia, es lógico esperar altibajos en las negociaciones, crisis y minicrisis", dijo.
Esta peripecia coincidió con la noticia, dada por el diario Haaretz, de que Siria está dispuesta a aceptar "cambios cosméticos" en la frontera del Golán, según deseos manifestados a una personalidad norteamericana, cuya identidad no se revela.
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