Monólogo
Van a sepultar la estación de Chamartín. Ya lo hicieron con la de Atocha; construyeron un enorme módulo artificioso, tremendo, seco, árido, feo como Picio. Levantaron todas las vías; encima montaron un artificio aberrante, triste, desalentador, una miseria. Eso sí, tenemos AVE: un tren blanco como el mármol, lívido, indiferente. Si por lo menos dejaran acercarse a él... Una miseria por donde quiera que se mire. Muy pocos, demasiado pocos pueden sentirlo. Cualquiera que por allí pase verá una estación espléndida. Demasiado pocos pueden sentir lo que yo siento.También la magnífica estación del Norte se ve reducida a escombros hoy y tan sólo recibe trenes de cercanías, eso sí, de los nuevos... Qué pena, van a sepultar Chamartín, con ella la estación creadora de mis infantiles recuerdos ferroviarios, la mitad de mi vida. No sé quién leerá esta carta... Lo que sí sé es que no servirá de nada, por eso comienza como lo hice.- Guillermo García Zarco.
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