La división amenaza la renovación socialista
Serrano y Barranco intercambian las candidaturas del anterior congreso
"La política hace extraños compañeros de cama". Esta frase ha cuajado en la Federación Socialista Madrileña (FSM), con laberínticas luchas intestinas en los últimos años. Estas reyertas han desembocado ahora, en las fechas previas al Congreso Federal del PSOE, en un trastoque de líderes. El presidente regional, Joaquín Leguina, adalid de la renovación interna en su partido, ha colocado al actual secretario general de la FSM, Teófilo Serrano, ante el abismo de la paranoia política. Serrano fue elegido en el congreso regional de 1991 como portavoz de los guerristas, pero ahora es la locomotora de Leguina. El ex alcalde Juan Barranco, candidato de consenso de los renovadores en aquel momento, es la bandera del hombre más fiel que Alfonso Guerra haya recabado jamás en Madrid: José Acosta.El panorama es complicado porque las fuerzas están muy repartidas. Por agrupaciones, Leguina controla el 60% y Acosta el 40% restante. En el Ayuntamiento, el reparto de concejales es equitativo (10 para cada bando), con el peso de la balanza en manos de Juan Barranco. El ex alcalde juega también una baza fundamental en la Asamblea de Madrid al disponer del respaldo de dos diputados, los necesarios para que Acosta pueda empatar con Leguina (17 frente a 15).
El Consejo de Gobierno de la Comunidad es totalmente leguinista, porque el presidente regional pudo elegir a sus nueve consejeros al margen del grupo parlamentario. Pero incluso entre ese consenso hay matices.
Muchos consejeros, y también muchos diputados y concejales leguinistas, no quieren a Teófilo Serrano como secretario general de la FSM. Pero Leguina se pronunció por este candidato ("lealtad con lealtad se paga") en una reunión en el Canal de Isabel II con sus acólitos.
La mayoría de los leguinistas zanjarían todas sus dudas si fuera Leguina el que encabezara su corriente. En este sentido ya trabajan para convencerle de que es imprescindible que repita en el cargo de presidente de la Comunidad a pesar de sus continuas alusiones al relevo generacional y a la renovación de puestos.
Teófilo Serrano pretende hacer valer ese cansancio de poder que manifiesta el propio Leguina, que lleva 10 años como presidente, y colmar su vocación política incluyéndole en la ejecutiva federal del PSOE, su verdadera apetencia actual. La mayoría de los pesos pesados del partido en Madrid creen que la FSM tiene poca entidad en el PSOE.
El primer asalto de esta batalla se celebrará entre el 8 y el 12 de enero con las elecciones de delegados al congreso federal en las agrupaciones locales. Luego habrá un precongreso en Madrid.
El congreso federal agriará el debate y la división o provocará de nuevo una extraña fusión para el congreso de Madrid de mayo. Los acostistas tragarían con casi todo siempre que se laminara a Serrano. Su tapado podría ser Juan Barranco, o José Barrionuevo, militante. llamado a desempeñar un primer papel en Madrid en próximas elecciones.
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