Haz que Pinto sea... mediocre
Una vez pasada la marejadilla política por la inhabilitación a la que los tribunales han sometido a nuestros dos altos munícipes, a la hora de hacer valoraciones, desde luego, la conclusión final es la mediocridad. Han sido más de catorce años al frente del Gobierno municipal, dirigiéndolo de manera bicéfala.De manera sutil, nunca permitieron, antes en el PCE y después en IU, que nadie les robara su protagonismo, Penit lo dijo en un acto: "Nunca he sido militante de base".
Al igual que otros políticos, por ejemplo, los derechos Peña, en Burgos, y Nasciro, en Galicia, a éstos también les cuesta dejar los cargos y amenazan con pedir indulto, y se van, al igual que ellos, enarbolando la bandera de la honestidad y el socorrido "nos vamos con los bolsillos vacíos". ¿Os acordáis de aquel viejo lema de "manos limpias, cuentas claras"? Bueno, pues no les veremos con el mono de trabajo puesto, como hizo Gerardo Iglesias. Pero ellos ya son pasado; lo que nos debe preocupar a los pinteños es el futuro; desgraciadamente, el panorama es desalentador y la mediocridad vuelve a ser protagonista, unos enzarzados en rencillas interminables y otros hechos un lío porque sus altos dirigentes (Leguina) se solidarizan con los destituidos y, al mismo tiempo, les felicitan por tener el terreno abonado para alzarse con la alcaldía, y lo peor de todo es que algunos de éstos han copiado los peores vicios de los que se van, como la prepotencia, el egocentrismo, la ambición por el poder, el culto al buen vivir, el compadreo político.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.