Los dos náufragos marroquíes de Málaga confiesan que traían un alijo de hachís
Las historias parecen creíbles hasta que dejan de serlo. La odisea de los inmigrantes ilegales que arribaron a la playa de Manilva (Málaga) agarrados a una Zodiac rota y diciendo que en el mar quedaron otros 12 compañeros, no le pa reció demasiado convincente a la policía. Había demasiadas contradicciones. Abdelhelah Aoulad Omar, de 25 años, y Mustafá Abdul, de 30, confesaron ayer que traían un alijo de hachís. En la zona a la que llegaron los náufragos se han hallado casi 200 kilos de droga.
La policía cree que sólo están implicados en esta operación de tráfico de drogas los dos supervivientes, aunque ellos dicen que participaron otras dos personas: una se habría ahogado, y la otra logró huir ante la presencia de la Guardia Civil.Tras una intensa búsqueda desde el martes, el Servicio de Salvamento Marítimo no encontró ni un cuerpo ahogado, ni un zapato, ni siquiera los atillos de ropa de los 12 supuestos inmigrantes que, según los dos náufragos marroquíes, habían perecido en el temporal. Sin embargo, la Guardia Civil de Manilva encontró al lado de donde encalló la zodiac tres garrafas de gasolina y tres bolsas con ropa y tabaco Winston.
Los dos inmigrantes habían declarado que no conocían a quienes les acompañaban en la embarcación y que sólo contactaron con una persona en Ceuta a la que pagaron 100.000 pesetas para pasar a España. "Qué casualidad", decían las autoridades malagueñas, "que sólo aparezcan las cosas de ellos dos, y que de los 14 que iban sólo se salven precisamente los dos que ya se conocían".
Esas disquisiciones eran las que mantenía el Gobernador Civil de Málaga el pasado jueves junto a la zódiac, con los dos guardias civiles que rescataron a los marroquíes. Justo cuando las autoridades se marchaban de Manilva para ir hacia la comisaría de Estepona, donde se hallaban los dos marroquíes, les llegó un aviso por radio. La Guardia Civil acababa de encontrar seis fardos de hachís, que sumaron 289 kilos. Pero ese cargamento, según la policía, no pertenecía a Mustafá y Abdelhelah. Era muy improbable, explicaban, porque la corriente del viento de Levante los habría desplazado hacia Cádiz. Pero en las proximidades de La Línea de la Concepción localizaron ayer otros fardos con 198 kilos de hachís. La prueba que buscaban.
"Esa mercancía sí que pudo pertenecer a ellos", explicaron fuentes de la policía. Este hecho, además de las contradicciones en que incurrieron los supervivientes y el no haber encontrado ni rastro de los otros marroquíes, llevaron a la policía a oficiar una acusación por tráfico de drogas. Al final, confesaron.
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