"El dinero me da igual, quiero que cumpla toda la pena", dice la madre del joven asesinado en Villalba
"El dinero me da igual; lo que quiero es que cumpla hasta el último día de la pena". María José Ciudad, madre del muchacho de Villalba asesinado la víspera de su boda por un guardia civil, se expresó así tras conocer la decisión del Tribunal Supremo de obligar al Estado a hacerse cargo de la indemnización (20 millones para los padres y 10 millones para la novia). La Audiencia de Madrid condenó en 1992 a 27 años de cárcel al guardia José María del Río, pero entendió que el Estado no debía responder de la indemnización porque la pistola utilizada no era la reglamentaria.
La Audiencia de Madrid falló que la indemnización debía pagarla el propio agente, si bien la misma sentencia aclaraba que éste era insolvente.Tanto la madre de José Manuel Santarem como su novia, Rosana García, han acogido con indiferencia el fallo emitido ahora por el tribunal. Las dos coinciden en que lo realmente importante es que cumpla hasta el último día la condena de 27 años de cárcel. "Lo que quiero es que la cumpla entera; a él", señaló ayer Rosana, la novia, "no me lo van a devolver". "Él [el guardia civil] saldrá de la cárcel, pero mi hijo no volverá a salir [del cementerio]", añadió, por su parte, la madre.
José Manuel Santarem, de 23 años, falleció de un tiro en la cabeza el 7 de abril de 1990, cuando celebraba su despedida de soltero con unos amigos. El guardia civil Del Río, que hoy cumple condena en la prisión de Guadalajara, le propinó el disparo a las puertas del pub Joloki, de Villalba.
El tribunal de la Audiencia de Madrid declaró probado que Del Río y sus acompañantes, los también guardias civiles José Sánchez, Juan Manuel Polo y el sargento José Luis Ramos, acababan de escoltar a un preso desde el País Vasco hasta el Hospital Penitenciario de Carabanchel (Madrid) y que se trasladaron a Villalba para pernoctar. Sólo del Río iba annado.
"Frases despectivas"
Los agentes coincidieron en la puerta del citado bar con José Manuel Santarem y dos de sus amigos, Félix y Esther, que esperaban a otro amigo para que los llevara a casa en su vehículo.
En un momento determinado, el guardia José Manuel Polo se dirigió al grupo de jóvenes "expresando frases despectivas para la localidad [de Villalba]" y Santarem le golpeó "con las manos", según la sentencia de la Audiencia, que prácticamente ha sido ratificada ahora por el Supremo, salvo en lo que respecta a la indemnización.
Seguidamente, el guardia Del Río, "de manera repentina, sacó la pistola que llevaba en su cinto, la levantó y disparó a la cabeza de José Manuel Santarem". El proyectil le entró por la mejilla derecha del rostro; el muchacho murió en el acto.
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha rechazado un recurso que le elevó el abogado defensor del Guardia Civil en el que reclamaba que se bajase a seis años la pena de 27 impuesta por la Audiencia a su cliente. El objetivo de este letrado era que el tribunal calificase los hechos como "un delito de imprudencia temeraria", y no como asesinato.
Con su fallo sobre la indemnización, el tribunal hace prevalecer las tesis de los abogados de la acusación particular y del ministerio público. Éstos han mantenido en todo momento que los 30 millones de indemnización debían ser abonados por el Estado como responsable civil subsidiario.
El fiscal alegó ante la Audiencia y después ante el Supremo que el arma utilizada por Del Río para el asesinato era propiedad del guardia y, por tanto, "tan reglamentaria" como las que suministra el Estado a los miembros del instituto armado.
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