El brasileño Cabral de Melo Neto gana el premio Reina Sofía de poesía iberoamericana

El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana se concedió ayer al poeta brasileño Joáo Cabral de Melo Neto, de 74 años, por el valor literario y la aportación al patrimonio común de iberoamérica y España. "La riqueza estructural, su profunda reflexión teórica sobre la poesía y el maridaje entre Brasil y España que recorre su trayectoria literaria, han sido decisivos en la concesión de este galardón", afirmó ayer Víctor García de la Concha, miembro del jurado. Su obra tiene una dimensión ética y social, que se refleja en títulos publicados en España como La educación por la piedra y Antología poética.

La tercera edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con seis millones de pesetas y organizado por el Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, se concedió ayer al poeta brasileño Joáo Cabral de Melo Neto. Al mismo se habían presentado 52 candidaturas, procedentes de diversas instituciones, ya que premia el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común a iberoamérica y España.Cabral de Melo llegó a la final Junto al colombiano Álvaro Mutis, y en la selección también figuraron José Hierro, José Ángel Valente y Juan Gelman. En las dos anteriores ediciones fueron ganadores el chileno Gonzalo Rojas y el español Claudio Rodríguez. En España se han publicado títulos del poeta brasileño Como La educación por la piedra (Visor) y Antología poética (Lumen).

Los 50 años de producción lieraria de Joáo Cabral de Melo Neto, de 74 años, está considerada un paradigma de la sobriedad y de la condensación del lenguaje. "Representa la dimensión ética, narrativa y social de la poesía brasileña contemporánea", declaró ayer Miguel García Posada, miembro del jurado, formado también por Manuel Gómez de Pablos, Julio Fermoso, Fernando Lázaro Carreter, Claudio Rodríguez, Camilo José Cela, José Saramago, Pablo García Baeria, José Manuel Pérez Tornero, Carmen Ruiz y Antonio sánchez Zamarreño.

El poeta brasileño es un firme defensor de la construcción minuciosa frente a los que defienden la inspiración. Según afirmó recientemente, se considera "un arquitecto de la literatura", y para él "el arte tiene que ver, sobre todo, con la artesanía". El escritor portugués y miembro del jurado José Saramago, afirmó ayer que con la obra de Joáo Cabral de Melo pasará lo mismo que con la de Fernando Pessoa, hasta, hace poco prácticamente desconocida en nuestro país, ya que "ambas comparten una pro funda preocupación por la esencia de la poesía".

Los comienzos literarios de Joáo Cabral, natural de Recife, en la provincia brasileña de Pernambuco, estuvieron marcados por la tradición literaria en su familia -es primo del escritor Manuel Bandeira- y por la lectura de los, autores favoritos de su padre, como Ega de Queiroz, Euclides da Cunha y Machado de Assis. En 1942, publicó su primer libro, Piedra de sueno, en el que se da una conjunción del estilo cubista y el surrealismo. En O engenheiro (1945), Cabral de Melo da un giro a su carrera y explora la problemático socioeconómica de su región natal.

Admirador apasionado del arquitecto francés Le Corbusier y de las tesis poéticas de Paul Valery, Cabral de Melo contrajo matrimonio con Estela María Barbosa de Oliveira, nieta del escritor Rui Barbosa.

Su estancia en España como diplomático entre 1947 y 1950 refuerza sus planteamientos poéticos y su creencia de que la lírica es "una máquina para emocionar". Sus lecturas de Quevedo y a Góngora, a quienes considera de su misma familia espiritual, fueron decisivas en este sentido. "Me dí cuenta de que otros poetas aspiraban a lo mismo que yo, lo queme dio bastante confianza en que no era un completo imbécil", diría después.

En esta época conocío a Joan Miró, y de esta relación surgió el libro Joan Miró, ilustrado por el artista catalán. Sus ideas sobre la poesía se plasmaron en esta época en dos obras teóricas capitales; La función moderna de la poesía y Teoría de la composición.

En 1992, Cabral de Melo Neto recibió el Premio Neustadt de literatura. Desde 1968 ocupa una silla en la Academia Brasileña de las Letras. Otras obras importantes de Cabral de Melo son: Museo de Todo (1975), La escuela de los cuchillos (1980), Poesía Crítica (1982), Auto del Fraile (1983), Agrestes (1985) Crimen en la calle Relator (1987), y Sevilla Andando (1989).