"El micrófono me da más miedo que el toro"

Los aromas de Chenel no se extinguen. Ahora llegan a los aficionados a través de sus comentarios en las retransmisiones taurinas de Canal + en la feria de San Isidro. Sus frases, cortas, breves y acertadas, siempre en apoyo al crítico taurino Manuel Molés, son sentencias taurómacas. Además, nunca hace daño, aun diciendo la verdad cuando el coletudo no está bien. "Desde mi óptica de torero, sé por experiencia lo que se sufre ahí abajo, en el ruedo venteño, y comprendo a mis compañeros, casi más en el fracaso que en el éxito", afirma como si alumbrara uno de sus excelsos naturales todavía en la memoria de los aficionados. Y es que este adalid de la tauromaquia verdadera continúa, a sus 61 años, como paladín de la sesuda afición madrileña, para la que es su mayor ídolo, un auténtico santo y seña de esta religión laica que es la fiesta. Ahora vive en Navalagamella (680 habitantes) cuidando su ganadería, y sólo viene a Madrid para las retransmisiones.Pregunta. ¿Qué sostiene mejor en la mano, el micrófono o el capote y la muleta?

Respuesta. Prefiero capote y muleta, pues el micrófono me da más miedo que el toro, me pone mucho más nervioso. Llevo ya tres años así y no me acostumbro. Menuda responsabilidad.

P. ¿Esta responsabilidad es mayor por torear usted en Las Ventas?

R. Desde luego, desde luego. Esta plaza es la cátedra, la más importante y decisiva del mundo. Si pegas un petardo abajo te puedes hundir, y si triunfas sales lanzado. Y lo sé por haber vivido ambas cosas de matador de toros. Como comentarista creo que pasa lo mismo.

P. ¿Por qué Madrid es tan fundamental en la tauromaquia?

R. Que conste que no lo digo por cuestiones de chovinismo, por haber nacido aquí y en la plaza de toros; las razones son dos: en Las Ventas sale el toro mejor presentado que en ningún sitio, y su afición, que ve más de sesenta festejos al año, lo que no sucede con ninguna otra, es la que más entiende.

P. ¿Y como lleva la popularidad, el ser tan querido por esta afición?

R. Con auténtico orgullo, porque veo que transcurren los años y cada vez me quiere más la gente. Me adoran tanto que hasta dicen que de comentarista televisivo también soy muy bueno, que, ya es exagerar.

P. La lástima es que muy pocos podrán alcanzar el lujo de asistir el 24 de junio, con motivo de su 62º aniversario, a su habitual tradición de matar un toro vestido de luces, ¿no?

R. Hombre, eso lo hago para mis amigos.

P. Es de suponer que sí estará Curro Vázquez, su discípulo favorito.

R. Sí. Curro pertenece al círculo de los amigos. Es una pena que se retire, porque, como ha demostrado en esta feria, se trata de un torero valiente, clásico, artista y muy de Madrid, pese a haber nacido en Linares. Hay que respetar su decisión, porque 25 años de matador de toros es muy duro y, además, se va en la cumbre.

P. ¿Cuál va a ser su sucesor en esta afición?

R. Madrid es una tierra de grandes toreros, en todas las épocas de la fiesta ha dado enormes figuras. Ahí están los nombres de jóvenes consagrados como Joselito o Javier Vázquez, veteranos como Frascuelo, J9venes matadores como Oscar Higares, Miguel Rodríguez, El Madrileño y Mariano Jiménez, y hasta los chavales de la Escuela Taurina que vienen arreando, como Luis Miguel Encabo, Uceda Leal, Macareno...