Rusia advierte del riesgo de una guerra mundial si los bosnios reciben armas

El ministro de Exteriores ruso, Andréi Kózirev, advirtió ayer a Estados Unidos que un hipotético levantamiento del embargo de la venta de armas a los musulmanes de Bosnia no sólo podría conducir a una nueva guerra fría, sino incluso a una conflagración mundial. El jefe de la diplomacia rusa hizo estas declaraciones en una reunión con el líder de los serbios de Bosnía, Radovan Karadzic, quien se encuentra en Moscú para recibir el Premio Shólojov, con el que lo ha honrado, por su poesía, la nacionalista Unión de Escritores de Rusia.

"Si los parlamentarios norteamericanos levantan el embargo al abastecimiento de armas a los musulmanes bosnios, se creará una nueva situación política", dijo Kózirev, agregando que eso "definitivamente es el camino a una nueva guerra mundial".Kózirev afirmó que Rusia "no tomará medidas unilaterales que no estén relacionadas con una solución pacífica". "Si una gran potencia o ambas empiezan a apoyar a sus clientes, entonces el mundo volverá a los peores años de la guerra fría", añadió. Al mismo tiempo, el alto diplomático dijo a Karadzic que debía devolver gran parte de los territorios que actualmente controla.

"Si ustedes eligen la paz, entonces pueden contar con el más decidido apoyo de Rusia. Pero debo advertirles que hay otra opción que, en nuestra opinión, conduce a la guerra. Ustedes no pueden controlar por la fuerza el 70% del territorio [de Bosnia], como ocurre ahora", manifesto Kózirev.

El Kremlin piensa que los serbios, que constituyen el 31% de la población de Bosnia, deberían controlar el 49% de las tierras de ese país, es decir, que tendrían que entregar el 20% del territorio que hoy controlan. En este caso, las Naciones Unidas podrían levantar las sanciones que impusieron contra los serbios.Tudjman visita Sarajevo

Por otro lado, el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, realizó ayer su primera visita a Sarajevo desde que comenzara la guerra en Bosnia-Herzegovina en abril de 1992. Esta visita de Tudjman se produce después de que los musulmanes y los croatas de Bosnia hayan establecido una federación en los territorios que controlan en esta antigua república yugoslava. Entre grandes medidas de seguridad y protegido por las fuerzas de las Naciones Unidas, el mandatario croata se desplazó desde el aeropuerto hasta la sede de la Presidencia bosnia, situada en el casco antiguo de Sarajevo.

Tudjman se entrevistó allí con el presidente de Bosnia, el musulmán Alia Izetbegovic. Las relaciones entre los dos presidentes han sido muy variables a lo largo de la guerra y han oscilado de la abierta enemistad a unos contactos correctos, según la evolución del conflicto.En el encuentro de ayer estaba previsto que los dos mandatarios discutieran sobre las relaciones entre la Federación bosniocroata de Bosnia y Croacia y sobre una eventual confederación entre ambos Estados. Esta posibilidad está prevista en la declaración de principios suscrita por croatas y musulmanes el pasado mes de marzo en Washington.

La entrevista entre los presidentes se produce en un ambiente de no paz-no guerra en Bosnia que las Naciones Unidas consideran como un signo muy esperanzador de que las negociaciones diplomáticas avanzan por buen camino.

Aliados al principio de la guerra contra el enemigo común serbio, croatas y musulmanes se enzarzaron en la primavera de 1993 en encarnizados combates que adquirieron especial virulencia en Bosnia central y en la Herzegovina hasta el pasado mes de marzo.

El alto el fuego se rompió ayer en el enclave de Bihac, donde se enfrentaron de nuevo musulmanes leales a Sarajevo y al líder secesionista Fikret Abdic, mientras los serbios atacaban.