Nueve personas toman el consulado de Chile en Cuba
Un grupo de nueve cubanos penetró ¡ayer a las diez de la mañana en el consulado general de Chile en La Habana, en una acción que agrava la crisis diplomática abierta el pasado 28 de mayo con la ocupación de la residencia del embajador belga por 121 personas. El incidente se produce después de que el lunes entrasen en la Embajada alemana 18 hombres y tres mujeres. Según algunos diplomáticos, esta crisis supera la crisis de los refugiados del verano de 1990 y sólo es comparable a los sucesos de la Embajada de Perú, donde se refugiaron 10.800 personas en 1980 que provocaron el éxodo del Mariel. El nuevo incidente debilita a un Fidel Castro que se ha lamentado en la cumbre de Cartagena de la falta de apoyo de otros líderes.
Fuentes diplomáticas chilenas confirmaron que nueve personas habían entrado en el consulado, después de que testigos presenciales y policiales que rodearon la sede minutos después del incidente adelantaran que los ocupantes podían ser entre ocho y 12. "No podemos decir nada. Un alto funcionario de la cancillería cubana informó que era cierto que algún incidente había tenido lugar en el consulado chileno, pero que aún no se había tenido contacto con el cónsul.El incidente se produjo a la 10 de la mañana (16.00, hora de Madrid) cuando la avenida 33, del barrio de Miramar se encon traba bastante transitada y algu nas personas hacían diligencias en las oficinas para atención de extranjeros, como Cubalse e In tertel, que se hallan en la zona. Algunas versiones de los vecinos indicaban que los refugiados sal taron la verja del jardín del con sulado aunque otras indicaron que se colaron por la puerta principal. La Habana y Santiago no tienen relaciones diplomáti cas diplomáticas plenas, si no sólo consulares.
Momentos después de produ cirse el incidente, un elevado número de policías rodeó el lugar y acordonó la zona, impidiendo la circulación de vehículos y personas. La situación se mantuvo tensa durante varias horas y por la tarde tanto el consulado chile no como el resto de las embaja das latinoamericanas y europeas habían reforzado su vigilancia en previsión de nuevos incidentes. Por ello, bastantes calles de los barrios de Miramar, Siboney y Cubanacán estaban cerradas al tráfico.
Coches patrulla, algunos ca miones de brigadas especiales de la policía y miembros del Minis terio del Interior recorrían ayer las zonas diplomáticas de mayor riesgo, mientras las radios anti castristas de Miami asumían una actitud provocativa al lanzar mensajes a los cubanos para ex hortarles a que ocupasen emba jadas, aprovechando el efecto multiplicador que el fenómeno tendría dada la estancia del presidente cubano en Cartagena de Indias, donde participa en la IV Cuimbre Iberoamericana.
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile en funciones, José Miguel Insulza, señaló ayer que su Gobierno estudia la situación y reveló que el conflicto fue diescutido en Cartagena de Indias por los cancilleres de los dos países. Insulza añadió que la situación puede prolongarse bastante tiempo y aseguró que, en todo ca:so, no se utilizará la fuerza para desalojar a los nueve cubanos.
A pan y agua
Por otro lado, la situación de la residencia del embajador belga en La Habana se tensó ayer de nuevo al dirigirse los refugiados a la prensa extranjera que se encontraba frente a la casa, en el parque Zapata, con carteles de " 17 días a pan y agua", "Hay niños enfermos", "Nos presionan" y "Libertad". Mientras tanto, Alemania ha pedido colaboración al resto de los países de la Unión Europea (UE) para dar solución al incidente ocurrido el lunes en su embajada.
Fuentes diplomáticas confirmaron que los embajadores de la UE se reunieron el martes para analizar la situación de las embajadas, si bien hasta el momento la línea adoptada es que el problema se trate como un asunto bilateral y las embajadas respectivas, no como un problema comunitario. La posición cubana es que ocupar ilegalmente una embajada no es la vía para salir del país y que los refugiados deben abandonar pacíficamente las lagaciones y tramitar su viajq por vía legal con garantías plenas de que ninguno de ellos será perseguido ni represaliado.
Sin embargo, los 118 cubanos que permanecen en la residencia de Paul Vermeirsch, entre los que hay 23 niños y 33 mujeres, expresaron mediante un comunicado que no saldrán si no tienen la seguridad de que podrán abandonar la isla y amenazaron con inmolarse antes que salir a la calle. Hasta ahora Cuba y Bélgica, que no les ha otorgado visados de entrada, coinciden en que deben salir pacíficamente y luego tramitar su viaje de forma oficial. La mayoría de los diplomáticos europeos y latinoamericanos consideran de que si se sienta el precedente de que quienes entran en embajadas salen inmediatamente del país, todas las misiones diplomáticas en la capital cubana correrían peligro.
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