Los molinos del Tajuña
El día, 7 del presente mes, don Vicente G. Olaya, con el título de: Una plataforma ecologista luchara, contra los molinos de Tajuña comenta en EL PAÍS que dicha plataforma, compuesta por 17 colectivos de los pueblos por donde pasa el Tajuña, luchará para que el cauce milenario del río no se seque, acusando de dicho peligro a los propietarios de los 22 molinos harineros que jalonan su caudal.Si a pesar de los molinos, que siempre han existido, el milenario río no se ha secado, ¿por qué habría de secarse ahora? Es el caso, señor director, que soy dueño d e uno de esos 22 molinos: lo compré hace 20 años; un molino del siglo XVIII, en un estado tan lamentable que hoy me asombro del valor e ilusión que fui capaz de poner en resucitar un muerto tan necesitado de mano de obra, tiempo, paciencia y dinero.
Pues bien: los alegatos de la plataforma, de la que sólo tengo noticia por su periódico y a la que me gustaría pertenecer, no se ajustan a la realidad que yo conezco.
Estos molinos son verdaderos paraísos ecológicos. Sin pretender erigirme en paladín de nada, he plantado, en lo que antes era un erial, no menos de 1.500 especies entre árboles y arbustos. Contra estos oasis biogeográficos no se debe "luchar", si no, más bien, apoyar. Hemos rescatado un patrimonio cultural español del que de otra forma, con el tiempo, no quedaría memoria física. Los molinos están en nuestra literatura y en nuestra música más queridas. Aducen los de la. plataforma, según EL PAÍS, que "ninguno de los molinos harineros mantiene su antigua actividad industrial". Pues no: para bien o para mal, los tiempos han cambiado. Los castillos, medievales hoy no defienden ciudades ni territorios; muchos cenobios están clausurados o o desempeñan otras funciones; muchos puentes romanos están cerrados al tráfico; las cavernas no prestan servicio al hombre actual. ¿Tendríamos que luchar contra esos valores?
El río con sus molinos, sus presas y cauces centenarios, mantiene, merced a las compuertas, unos equilibrios que dan lugar a un conjunto único de cursos adicionales de agua, cuyos principales beneficiados no son otros que la llora y la fauna.
Puesto que las características de los molinos del Tajuña no difieren de las de sus homólogos del resto de España, ruego a los titulares de los molinos y grupos ecologistas a solventar los escollos que puedan existir, con la buena voluntad que prende y anima en todos los que nos consideramos hijos y parte de la naturaleza.-
, Madrid.
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