Los socialdemócratas daneses conservarán el poder con el apoyo de la extrema izquierda
ENVIADO ESPECIALEl primer ministro socialdemócrata danés, Poul Nyrup Rasmussen, de 51 años, seguirá muy probablemente al frente del Gobierno de coalición en Dinamarca tras las elecciones generales de hoy, en las que cuatro millones de votantes acuden a las urnas para elegir un nuevo Parlamento de 179 diputados. Los últimos sondeos situaban a la coalición por debajo de la mayoría, pero esto no obsta para que pueda continuar al frente del Ejecutivo, ya que el Partido Socialista Popular (PSP) y el Partido Unitario (PU), dos formaciones de extrema izquierda, han prometido darle su apoyo parlamentario.
El único factor que podría ocasionar la derrota de Rasmussen es que alguno de sus aliados le abandonase, pero ayer el ministro de Exteriores, Niels Helveg Petersen, del Partido Social Liberal (PSL), auguró que "el nuevo primer ministro será Rasmussen".
Los socialdemócratas son el principal partido de Dinamarca, seguido del Partido Liberal, del ex ministro de Exteriores Uffe Ellemann-Jensen, de 52 años, y del Partido Conservador, cuyo líder es Hans Engell, de 45 años. Sin embargo, la balanza del poder siempre ha estado en manos de los pequeños partidos en coalición con alguno de los grandes, lo que hace que en la política danesa se busque siempre el equilibrio entre los programas.
Rasmussen ha estado al frente del Gobierno durante los últimos 20 meses, junto con los minoritarios PSL (liberales radicales), del cual su mujer, Lone Dybkjaer, es miembro destacado y europarlamentaria; con los Demócratas Centristas, y con el Partido Popular Cristiano, que puede quedar fuera del Parlamento al no alcanzar el mínimo del 2% del voto. Los sondeos atribuyen a la coalición un 42% (32,6% a los socialdemócratas), pero con el apoyo del PSP y del PU sumarían una mayoría de 91 diputados, aunque lo problemático del respaldo de la extrema izquierda es que puede provocar la estampida de algún miembro de la coalición, ya que ésta tendría que aceptar algunos de sus postulados, como la reducción de la semana laboral como solución al paro.
Expulsar a los inmigrantes
Al otro lado del espectro político, la oposición liberal y conservadora ha caído en los sondeos, y junto con el Partido del Progreso (PP), de extrema derecha, alcanzarían 79 escaños. Esto es insuficiente para gobernar a menos que la coalición de centro-izquierda se rompa y alguno de sus integrantes se una a liberales y conservadores, y, además, éstos se arriesguen a formar Gobierno con el PP, que propugna la expulsión de los inmigrantes y es contrario a la Unión Europea.El debate electoral lo han protagonizado, sobre todo, Ramussen y Ellemann-Jensen, que además es, desde ayer, candidato del Gobierno de centro -izquierda para el puesto de secretario general de la OTAN, y se centró sobre todo en la situación económica, el paro y los recortes sociales, donde las fórmulas de unos y otros no difieren gran cosa.
. La economía danesa goza de buena salud. El déficit presupuestario representa el 3,5% del producto interior bruto, por debajo de la media europea; la inflación está controlada en un 2%, y el paro, única mala nota, tiende a bajar del 12,5% actual.
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