Una mujer sobrevive 15 días en el Atlantico tras naufragar con su marido y su hija
Louise Longo, apenas tiene fuerzas para contar su pesadilla. Durante 15 días logró sobrevivir en una lancha neumática a la deriva en aguas de Finisterre, frente a la costa gallega, después de que naufragase el yate en el que viajaba junto a su marido y su hija de cinco años. A ambos los perdió durante su interminable vagar por el océano. Louise fue rescatada ayer por un helicóptero de la Marina Mercante española, después de que un carguero ruso localizase la balsa. La mujer, de nacionalidad francesa, llegó ayer al hospital Juan Canalejo de La Coruña aterida, con síntomas de desnutrición y un fuerte choque psicológico.
La mujer se muestra tan impresionada que ha sido incapaz de ofrecer hasta el momento un relato coherente de lo sucedido. De hecho, cuando la recogió a media tarde de ayer la tripulación del helicóptero Helimer Galicia apenas pudo balbucear algunas explicaciones y durante varias horas no pudo confirmarse oficialmente su identidad.Las primeras informaciones señalaban que cuando el buque Petrovski halló la lancha salvavidas, alrededor de las 16.00 de ayer, aún se encontraba a bordo la pequeña Gaella Angela Huyghe. El mal tiempo impidió al mercante intentar el rescate por sus propios medios y optó por enviar un mensaje al Centro de Coordinación Marítima de Finisterre. Según fuentes de este organismo, la llamada se realizó en idioma ruso y, en una traducción apresurada, se dedujo que la niña se encontraba aún junto a su madre. Más tarde se penso que la pequeña había sido llevada por un golpe de mar en el tiempo que empleó el helicóptero en llegar desde La Coruña a la zona del avistamiento, a unas 120 millas al noroeste de Cabo Villano.
Sin embargo, el cónsul adjunto de Francia en La Coruña, Francisco Dotras, señaló anoche que la pequeña pudo haber desaparecido ya días antes, según se desprende de las entrecortadas explicaciones de su madre. "Es difícil saber lo que pasó exactamente", comentó el cónsul, "porque la mujer es incapaz de ofrecer por el momento un relato coherente. Hemos llegado a la conclusión de que el yate tuvo problemas durante la noche del 5 al 6 de este mes, por el mal tiempo u otras causas. El matrimonio y la niña decidieron abandonarlo y subirse a una lancha. En los días posteriores, la mujer perdió primero a su marido y después a la pequeña".
Dotras explicó que Louise Longo apenas ingirió alimentos en los 15 días que presumiblemente estuvo en el mar, aunque el modelo de balsa en la que ha permanecido todo este tiempo suele llevar un depósito de agua, galletas y comida enlatada. Los médicos del hospital Juan Canalejo le apreciaron síntomas de desnutrición e hipotermia (enfriamiento que sobreviene por una estancia prolongada en el agua). En todo caso, fuentes del centro sanitario informaron de que la mujer está fuera de peligro.
Louise Longo, su esposo, Bernard Huyghe y la hija de ambos habían partido a finales de septiembre del puerto francés de La Rochelle con rumbo a Senegal. Los tres viajaban a bordo del yate Jan Van Gent, con bandera belga. El pasado día 12 el mercante Soro, que navegaba 100 millas al noroeste de Finisterre, avistó la embarcación a la deriva.
La zona fue rastreada por un remolcador y un helicóptero de la Marina Mercante. En uno de sus costados, el yate tenía dos botes salvavidas intactos. No se halló en los alrededores ningún rastro de los desaparecidos. La presencia de las lanchas neumáticas sin usar hizo temer lo peor.
Los técnicos de salvamento conjeturaron entonces que el yate había sufrido un accidente varios días atrás, ya que se encontraba fuera de la ruta habitual y además el día en que fue avistado el mar estaba en total calma. Hasta ayer prácticamente se daba por muertos a los tres tripulantes. El consulado francés anunció que hoy se volverá a rastrear la zona por si se halla algún indicio sobre el paradero de los dos desaparecidos.
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