Prisión incondicional para los tres secuestradores que desviaron un avión a Palma
En una apresurada conversación con los periodistas en los pasillos de los juzgados, los tres detenidos insistieron en afirmar que son "pacifistas" y en negar su afinidad ideológica con los integristas islámicos argelinos. Ante la juez describieron una imagen de pánico y terror en la que, según ellos, vive Argelia para justificar el secuestro del avión.Los asaltantes del Fokker de las líneas aéreas argelinas no recurrirán el auto de prisión incondicional que dictó María del Carmen Abrines, quien estudia el posible traslado del caso a la Audiencia Nacional. Los piratas aéreos temen que una hipotética revisión de su. situación haga peligrar su estancia en España y en la cárcel. En cualquier caso, sus representantes legales tramitarán una imposible petición de asilo, político ante la Administración española. "Tienen miedo y terror", explicó la abogada Sansó, "miedo a unos y a otros; a los integristas y a los militares". La novia de uno de los secuestrados, aseguró la letrada, fue asesinada recientemente por los fundamentalistas islámicos.
"La situación en Argelia es un drama nacional", según Mohamed Nedjar, enfermero de profesión, que aparece como el cabecilla del secuestro y que fue el interlocutor en las negociaciones para liberar al pasaje mantenidas con el delegado del Gobierno, Gerardo García. Nedjar indicó además que no era musulmán. Su compañero Ben Achoir se interesó por la difusión a la opinión pública de su proclama inicial, en la que solicitaban la libertad para todos los presos políticos y la reanudación del proceso electoral argelino, interrumpido en 1991. Dijeron que eran ciudadanos pacíficos no organizados. En su declaración judicial, Madjid agregó que en Argelia, cuando alguien era invitado a formar parte de un grupo integrista y se negaba, estaba condenado a muerte. A la prensa aseguró: "soy feliz en España".
Salir de Argelia
El asalto al avión fue acordado tres días antes de llevarse a cabo la acción, según fuentes de la investigación, y planificado como la única vía de salida al exterior y para evitar la grave tensión argelina. Querían llegar a Europa: a Alemania, Francia o España. Los primeros cálculos señalaban como destino Francfort, pero el combustible del avión no era suficiente. La alternativa era Madrid, pero no Alicante, ya que, recordaron, el secuestro de otro avión argelino acabó sin éxito en esta localidad.La amenaza a la tripulación la efectuaron con un cuchillo de 30 centímetros,y mediante un supuesto paquete bomba envuelto en papel de regalo. El paquete contenía un molinillo de café y una pila unida a unos cables. Usaron además los martillos hacha de emergencia de la aeronave para intimidar a la tripulación. Los relatos de los pasajeros a la Guardia Civil no señalan episodios de amenaza física directa.
Ante la juez, el comandante del Fokker explicó el incidente del asalto a la cabina en pleno vuelo y cómo permaneció atrapado por el cuello por un secuestrador que lo amenazaba con un hacha. Las azafatas ofrecieron una versión menos dramática de su relación con los piratas y se negaron a ser fotografiadas. Ayer, a primera hora de la tarde, los 35 viajeros secuestrados retornaron a Argel a bordo del mismo avión en el que sufrieron su peripecia.
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