Aznar afirma que nunca más se entrevistará en secreto con el presidente del Gobierno

Escaldado y de nuevo engañado. Así se José María Aznar, el presidente del Partido Popular, tras acceder a entrevistarse en secreto con Felipe González, en La Moncloa el pasado 30 de enero. Ambos acordaron que la cita no debía trascender a la opinión pública. No fue así. El líder popular mantiene que el jefe del Gobierno incumplió su palabra y la filtró "estratégicamente" para que se conociera justo en las jornadas previas al debate sobre el estado de la nación. Ahora afirma que nunca más volverá a entrevistarse con González si el encuentro no se convoca de manera abierta.

José María Aznar ha señalado, durante su periplo este fin de semana por tierras extremeñas y de Castilla-La Mancha, que no está prevista ninguna conversación con el presidente del Gobierno en los próximos días, como se ha especulado, tras el mencionado debate.El presidente de los populares ha esperado casi dos semanas para aclarar que el jefe del Ejecutivo le propuso un pacto para que el PP aflojase su acoso al Gobierno hasta febrero de 1996, a cambio de adelantar a esa fecha las elecciones generales. Aznar dice que le replicó a González que los comicios debían coincidir con los autonómicos y municipales del 28 de mayo -la nueva meta política que se han fijado en el PP- o que los convocase cuando quisiese, pero que no pensase en ningún tipo de tregua.

El líder de los populares le adelantó a González el esbozo de la oferta que luego materializó en el debate de la nación y que éste minusvaloró como una broma. Es decir, consensuar entre PP y PSOE una serie de leyes hasta las elecciones y comprometerse a no avivar los asuntos judiciales en curso que afectan al Gobierno socialista.

Pero las entrevistas entre Aznar y González se rodean de demasiada expectación y oscurantismo para sus resultados. El líder popular no las suele comunicar a sus más directos colaboradores hasta varios días después de celebradas y esa cautela algunos la interpretan como desconfianza. Así ocurrió con su anterior encuentro, el 19 de diciembre, y también el del lunes 30 de enero siguió esta misma pauta.

En la secuencia de los hechos que Aznar transmite, fue González el que le llamó el viernes 27 de enero, tras una ejecutiva del PSOE, para informarle de que tenía interés en verle ese lunes. Una de las primeras preguntas que el presidente popular le formuló fue precisamente sobre la fecha en que pensaba convocar el debate del estado de la nación. González le contestó que quizá para finales de febrero. Justo a la mañana siguiente, el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, comunicó que las sesiones serían el 8 y 9 de febrero.

Por tanto, Aznar interpreta que su entrevista con González no debía relacionarse con el debate, porque él no sabía. en ese momento que se había, adelantado, aunque admite: que el presidente del Gobierno sí la utilizó en ese sentido. Aznar sostiene que fue el entorno de Felipe González el que la filtró primero a El Periódico de Cataluña y luego la confirmó a EL PAÍS en la víspera del debate para generar confusión y para que se interpretase maliciosamente.

Aznar asegura que ya en la puerta de La Moncloa le preguntó a González sobre la manera de administrar la entrevista y que el presidente le pidió que la mantuviese en total reserva. Al día siguiente, martes, el líder del PP ya escuchó los primeros rumores sobre su visita al palacio presidencial y asegura que tetefoneó a González para avisarle.