Privalova y demás

La temporada de invierno siempre está sujeta a debate en el atletismo. Como norma, los atletas se toman la pista cubierta como un paso necesario en la preparación de la temporada de verano. En algunos casos, ni tan siquiera eso. Carl Lewis ha desdeñado habitualmente la competición bajo techo, excepto para cobrar algún buen botín en Europa. Pero en los últimos años la situación ha cambiado. La nómina de estrellas cada vez es mayor durante el invierno. El desarrollo de un circuito de competiciones y las apreciables sumas que obtienen los consagrados han producido la atracción de los mejores atletas mundo. Linford Christie, Colin Jackson, Michael Johnson, Serguéi Bubka, Javier Sotomayor, Moses Kiptanui, Venuste Nyongabo, Frankie Fredericks e Irina Privalova han ofrecido su mejor versión durante los meses de enero y febrero. Johnson y Kiptanui no participarán en los Mundiales de Barcelona. Tampoco lo hará el veterano británico Christie, de 35 años y campeón mundial y olímpico de los 100 metros, quien, esperado en la capital catalana como la gran estrella, anunció a última hora de ayer, que no quería poner en riesgo su campaña veraniega -"no me gustaría lesionarme en Barcelona", dice- y que renunciaba a competir en los Mundiales pequeños.Aun así, la nómina barcelonesa no queda corta de estrellas.

Frankie Fredericks (Namibia). La ausencia de Linford Christie dará el protagonismo a Frankie Fredericks, campeón mundial de 200 metros en Stuttgart 93. Aunque la prueba de 60 metros le viene demasiado corta para sus características, la calidad de Fredericks puede darle la victoria en las dos distancias cortas Atleta de clase, Fredericks tiene un estilo ligero y cadencioso. Es un estilista que renueva la fe en los velocistas naturales. En 60 metros lisos tendrá como principales adversarios a los canadienses Donovan Bailey y Bruny Surin, además del joven estadounidense Tim Harden, sorprendente ganador del campeonato de Estados Unidos.

John Regis (Reino Unido). La baja de Christie no limita el duelo en los 200 metros. Su compatriota John Regis está en condiciones de atacar el récord mundial en su duelo con Fredericks. Desde los Mundiales de 1987, Regis figura entre los mejores especialistas en 200 metros. Si Fredericks es un prodigio de ligereza, Regis es potencia y músculo. Poco acostumbrado a la pista cubierta, tiene algunas dificultades para manejar las dificultades que presentan las curvas cerradas.

Colin Jackson (Reino Unido). Ha reinado durante los dos últimos años en la especialidad de vallas. Plusmarquista mundial de 60 y 110 metros vallas. Sólo le falta el título olímpico. Tiene velocidad y técnica. Su paso sobre los obstáculos es de una elegancia extraordinaria. Ha comenzado la temporada con menos contundencia que el pasado año.

Allen Johnson (Reino Unido). La nueva sensación en la prueba de vallas. Es pequeño, apenas 1,77, y joven. Acaba de cumplir 24 años. Desconocido hasta el verano pasado. Su mejor marca al aire libre es de 11,25 segundos. En pista cubierta ha batido esta temporada a Colin Jackson con un registro de 7,38s, la cuarta mejor marca mundial de todos los tiempos. Muy agresivo, en la línea de Dennis Mitchell y toda la cuadra que entrena con Bob Fryes.

Javier Sotomayor (Cuba). El maestro. Su dominio en el salto de altura es insultante. Una estrella desde los 17 años. Ha ganado todo (Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo) y posee el récord mundial. Sus condiciones físicas y su técnica son insuperables. Su único rival será el noruego Hoen, vencedor del cubano el sábado en Stuttgart con una marca de 2,38 metros.

Sorquéi Bubka (Ucrania). Desde los Mundiales de 1983, cuando contaba 19 años, Serguéi Bubka ha ido por libre en el salto con pértiga. Sólo descubrió sus flaquezas en los Juegos de Barcelona, pero su historial le hace sobrehumano. Rápido, poderoso, valiente y competitivo. El mejor saltador de la historia.

Venuste Nyongaho (Burundi). Su participación no está asegurada. Si participa en Barcelona, su duelo con Fermín Cacho en los 1.500 metros será el momento estelar de los Mundiales. Sólo cuenta 21 años. Pequeño y muy ligero, este mediofondista de la etnia tutsi se desliza por la pista con ligereza impresionante. En las dos últimas semanas ha corrido los 1.000 metros en 2.15 minutos, los 1.500 en 3.36 minutos y los 3.000 en 7.37 minutos.

Irina Privalova (Rusia). Ha arrasado en los 60 y 200 metros, pero no acaba de verse segura frente a las estadounidenses Gwen Torrence y Gail Devers y la jamaicana Ottey, sus rivales en la temporada de verano. En Barcelona disputará los 400 metros, donde tiene la posibilidad de bajar de 50 segundos.

Nelke Dreschler (Alemania). Por ahora salta longitud, pero medita su paso al heptatlón, donde quiere acabar con la hegemonía de la estadounidense Jackie Joyner. Ganó su primer mundial con 17 años (Helsinki 83). Su regularidad sobre los siete metros es aplastante.