IU no apoyara a la lista de izquierdas más votada el 28 de mayo
Todo aquel que esté fuera del cuerpo místico de IU no tendrá salvación. En definitiva, éste es el mensaje que Izquierda Unida lanzó en la presentación de los siete candidatos a las siete ciudades más importantes del país. La coalición que lidera Julio Anguita dio ayer un paso más en su personal distanciamiento del PSOE. No se apoyará a la lista más votada, y situaciones como la de Madrid -donde el PSOE gobierna con el apoyo de IU- no volverán a repetirse.
Izquierda Unida parte de un supuesto irreprochable: a quien únicamente se le pueden arrebatar votos de izquierdas es al PSOE. Por eso, las distancias se marcarán respecto a los socialistas porque, en el razonamiento de IU, las distancias con el PP ya están marcadas. El enemigo a batir es, pues, el PSOE.Los candidatos a las siete grandes ciudades -Bilbao, Barcelona, Málaga, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza- se presentaron ayer ante la opinión pública con un mensaje no siempre coincidente, pero sí suficientemente claro en lo fundamental: El único voto progresista es el de IU. Luego hay matices y discrepancias, pero todo parece indicar que en esta campaña el campo de batalla va a quedar delimitado entre las dos formaciones de izquierdas. Nadie va a disputar el voto de la derecha, que es el que es y está donde está.
Para IU los comicios del 28 de mayo son los del fin del bipartidismo. Antonio Romero, candidato por Málaga, así lo hacía notar. No importa que, íntimamente, exista la convicción de que, al final, habrá que pactar con los socialistas. Oficialmente no sólo no habrá pactos, sino que se endurecerá el discurso. Ayer Francisco Herrera, candidato por Madrid, daba un paso más y aseguraba que situaciones como las registradas en esta comunidad, en la que el socialista Joaquín Leguina ha gobernado con el apoyo generoso de IU, se han terminado. Aviso para navegantes, porque la artífice de esta política, Isabel Vilallonga, ha quedado descabalgada de las listas.
Tampoco se apoyará a la lista más votada, con lo que se rompe una tradición de la izquierda. Y no se votará porque, según Romero, que capitalizó la reunión de ayer, hacerlo supone atacar la pluralidad democrática. De alianzas poselectorales es mejor no hablar, al menos de momento. Ni tampoco se concreta demasiado un programa que todavía se está elaborando.
Se parte de ideas fuerza como la del lema electoral -La razón de la izquierda-, pero no se ha perfilado el contenido de unos programas que, inevitablemente entran en conflicto en algunas autonomías. Por ejemplo: Eulalia Vintró, candidata a la alcaldía de Barcelona, basaba su propuesta en la necesidad de adaptar las ciudades a los nuevos tiempos. Tiempos de familias en los que el rol femenino ha sufrido una profunda transformación y en los que se exige, entre otras cosas, un horario comercial abierto. Pero aquí IU no lo tiene muy claro, porque en Madrid, sin ir más lejos, esta coalición frenó la libertad de horarios. ¿Es una postura federal o autonómica? Nadie lo dice. Se prefiere hablar de conflicto de intereses. Aunque Romero en Málaga ande negociando con pequeños empresarios y grandes superficies en un dificilísimo equilibrio. No es el único punto oscuro.
El sorpasso, ¿qué es? Depende. No es un sorpasso en sentido estricto. Para Romero, si IU no adelanta al PSOE en todo el te rritorio nacional, no supondrá fracaso de su política. Para Romero il sorpasso es ir avanzando, con lo que, la verdad, es que nunca podrá hablarse de fracaso en este aspecto.
Y un chiste. Antonio Romero lo contó ayer: "A Celia Villalobos [candidata del PP en Málaga] le comunicó Aznar por fax su candidatura", dijo. "Eso quiere decir que es un nombramiento faxista" ¿Lo cogen?
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