El PP aplica en el Ayuntamiento lo contrario de lo que propugna Aznar

VIENE DE LA PÁGINA 1Los sindicatos explican ese superávit por el incumplimiento del convenio suscrito con los funcionarios en 1992 (que ahorra al Ayuntamiento 9.000 millones de pesetas en los últimos tres años).

Gesto público. A pesar de la subida de impuestos, las arcas municipales están cada vez más llenas... de penuria. López Amor asegura que los gastos corrientes han bajado un 2% (5.000 millones de pesetas menos) en los cuatro años de gobierno del PP. Ese porcentaje de reducción aplicado a la Administración central ahorraría 460.000 millones de pesetas, argumenta López Amor, "lo que promete Azna". Sin embargo, el PSOE asegura que el gasto ha aumentado un 30% desde que gobierna la derecha en Madrid: de 47.216 millones en 1989 a los, 61.437 presupuestados para este año.

El hecho es que los propios concejales del PP se han rebelado más de una vez contra el responsable de Hacienda, Fernando López Amor, y contra el alcalde por la falta de recursos para el funcionamiento normal de los servicios municipales: coches para la Policía Municipal o papel para el gabinete de prensa. La falta de presupuesto obliga a financiar los pasos subterráneos que ejecuta el PP con un sobreprecio en las plazas de aparcamiento adjuntas. El coste de las expropiaciones para ejecutar la M-40 se ha tenido que pagar con suelo rústico (en lo que serán los nuevos barrios de Madrid), que se ha recalificado.

La situación financiera alcanzó tal gravedad que incluso se firmó un convenio con el Banco Zaragozano en 1993 para el "apoyo financiero de los proveedores" del Ayuntamiento, que en muchos casos tardaban tanto tiempo en cobrar que sus empresas corrían el riesgo de quebrar. El banco, propiedad de Alberto Cortina y Alberto Alcocer, se comprometió a anticipar a las empresas acreedoras del Ayuntamiento hasta el 90% del importe de la deuda a través de una de sus filiales. Eso sí, el banco cobraba intereses.

Deuda. El endeudamiento del Ayuntamiento de Madrid ha aumentado espectacularmente en los últimos seis años: cuando el PSOE dejó de gobernar la ciudad, la deuda ascendía a 47.921 millones de pesetas; a finales de 1995 llegará a 180.000 millones (un 273% de incremento). "Los socialistas no invertían y nosotros hemos dedicado unos 30.000 millones anuales, por eso hemos recurrido a la deuda; de todos modos, el porcentaje de endeudamiento se sitúa en el 17% [el tope es el 25%] y nuestra consideración en los mercados financieros es excelente", argumenta López Amor.

Cuando se le plantea al alcalde que con este ritmo de crecimiento de la deuda Aznar no podría reducir el déficit público hasta el 3%, Álvarez del Manzano simplemente se niega a contestar "las opiniones de los periodistas". En la campaña electoral de 1983, los principales ataques de Alianza Popular -en cuya candidatura figuraba Álvarez del Manzano- al socialista Enrique Tierno Galán se basaban en lo que el partido de la oposición denominaba el agujero municipal por sus cuantiosas deudas.

Transparencia en el gasto. El férreo control del gasto (Aznar afirma que hará que el que tenga que gastar un duro tiemble) no ha sido probado en el laboratorio del Ayuntamiento. Según datos suministrados por el socialista Joaquín García Pontes, presidente de la comisión de vigilancia de la contratación (órgano creado en 1987 siendo alcalde Juan Barranco y que preside siempre un miembro de la oposición), el 77,861/6 del dinero gastado en estos cuatro ños o ha pasado por el registro de contratos. Y el 22,14% que sí se ha registrado, se ha adjudicado a dedo en un 95%. Un informe del secretario general del Ayuntamiento correspondiente a enero pasado seña la que el 97,15% de las pesetas que pasaron ese control municipal (1.651 millones) se adjudicó también así, sin concurso ni subasta. Los datos suministrados por el primer teniente de alcalde, Luis María Huete, referidos a los seis últimos años, rebajan al 34% el porcentaje de dinero que se adjudica a dedo, y matiza que el hecho de que no se registren los contratos se debe a que no se ha instalado una aplicación informática.

Altos cargos. Los altos cargos y puestos de confianza política en el Ayuntamiento no han sufrido los despidos masivos anunciados por el presidente del PP para la Administración central (ha prometido prescindir de unos 5.000 altos cargos). El número de puestos de confianza política era de 214 en 1989. Ahora hay exactamente los mismos, según los socialistas, quienes afirman que además se ha multiplicado por tres el número de asesores de los cuatro tenientes de alcalde. Uno de ellos, Huete, rebaja el número de cargos a 152 y añade que los grupos políticos (PSOE e IU) tienen 11.

Comisiones de Investigación. El PP ha bloqueado dos de las tres que ha solicitado la oposición. Según los datos suministrados por Huete, la oposición solicitó una sobre la gestión en la Junta Municipal de Vicálvaro (donde se detectaron irregularidades de cierta importancia), otra sobre los aparcamientos para residentes y una más sobre la política de personal. Sólo ha aceptado constituir una "comisión informativa especial" tras el escándalo por las adjudicaciones irregulares de pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda en 1993 (que finalizó con la exclusión de 137 de los 233 adjudicatarios porque no cumplían las condiciones legales para obtener una vivienda) y una "de investigación" a raíz de las denuncias de ilegalidades en las oposiciones para funcionarios de Limpieza y Servicios Internos en 1994. En ésta (con 11 miembros) participaron no sólo el concejal sobre el que recaían más sospechas (el edil -de Personal, Antonio Moreno, 15 de cuyos paisanos de Casas de Miravete -152 habitantes- aprobaron la oposición), sino también tres de los cuatro concejales cuyos familiares superaron el examen: Isaac Ramos, del PP; Franco González, de IU; y Francisco Garrido, del PSOE. Esa comisión finalizó sin que se aclarase si hubo amiguismo en la calificación de las pruebas, y se limitó a encontrar dos contratos irregulares en el área de Personal.