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Bielorrusia vota en referéndum una mayor integración con Moscú

ENVIADO ESPECIALLos bielorrusos acudieron ayer a las urnas para votar, ante todo, en un referéndum que deberá determinar las relaciones con Moscú y el futuro del idioma ruso, al que el presidente Alexandr Lukashenko desea dar el carácter de lengua oficial. Simultáneamente con el plebiscito que también deberá decidir sobre los nuevos simbolos estatales propuestos por el presidente y conceder a éste el derecho a disolver el Parlamento, se celebran en condiciones completamente inusuales las primeras elecciones legislativas desde, que Bielorrusia obtuvo la independencia.

"¿Está usted de acuerdo en que se dé al idioma ruso el mismo estatuto que al bielorruso?". "¿Apoya el establecimiento de la nueva bandera y el nuevo escudo de la república de Bielorrusia propuestos?". "¿Apoya las acciones del presidente bielorruso encaminadas a la integración económica con la Federación Rusa?". "¿Está de acuerdo con la necesidad de introducir modificaciones en la Constitución bielorrusa para que el presidente tenga derecho a disolver el Soviet Supremo si éste transgrede sistemática y gravemente la Constitución?". Estas son las cuatro preguntas del referéndum que el presidente Lukashenko decidió celebrar junto con las elecciones parlamentarias- que, en opinión de muchos observadores, han salvado a éstas, ya que de lo contrario la gente no hubiera acudido a votar.La oposición, representada principalmente por el Frente Popular (FP), ha pedido contestar No a las cuatro preguntas. La primera, según Zenón Pozniak, líder del FP, es un atentado contra el idioma bielorruso, que estaba comenzando a renacer después de las décadas de rusificación sufrida durante el régimen soviético. La mayoría de la población urbana en Bielorrusia utiliza el ruso para comunicarse -aunque sean étnicamente bielorrusos- y sólo en el campo había logrado sobrevivir el idioma bielorruso.

Los símbolos que Bielorrusia había aprobado después de su independencia -bandera blanca, roja y blanca y escudo con un caballero medieval- han sido tachados de nacionalistas y el Gobierno ha hecho una amplia campaña para demostrar que eran los que utilizaron los fascistas locales durante la ocupación hitleriana. Por eso, Lukashenko ha propuesto reemplazarlos por los de la época soviética, pero sin la hoz y el martillo. El FP también está en contra de unas relaciones especiales con Rusia, y preferiría una unión con los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), Ucrania y Polonia.

Lukashenko, por su parte, es partidario de una unión eslava -Rusia, Bielorrusia y Ucrania-, como base para reestablecer el gran Estado que existía antes. "Nos han dividido artificialmente. La unión eslava es la tarea de nuestra vida", declaré ayer a pie de urna el, presidente bielorruso, quien sólo imagina el futuro de su república unido al de Rusia. "Allí está el mercado para nuestros productos, y allí se encuentran los combustibles que consumimos", señaló. Lukashenko no mira hacia Occidente, y dlescarta que Bielorrusia ingrese algún día en la OTAN. "A Occidente no le gusta nuestra política independiente, están descontentos porque hemos ordenado suspender el proceso de desarme convencional. Ellos quieren que nosotros financiemos el desarme, pero yo no tengo dinero para ello, necesito pagar los sueldos a los profesores y los. médicos", dijo Lukashenko.

Si el referéndum ha atraído a las urnas a los votantes, ello no significa que Bielorrusia vaya a contar con un nuevo Parlamento. Muchos electores han seguido el ejemplo del presidente y no han votado por ninguno de los candidatos a diputados. Como consecuencia, difícilmente se elegirá en la primera ronda a más de un 30% del Parlamento y, en la segunda puede que no acuda el mínimo del 50% del censo de votantes requerido para que las elecciones sean válidas.

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