González acusa al PP de usar las preguntas para lanzar 'soflamas'

El PP llevó ayer la campaña al hemiciclo del Congreso. Con la asistencia de sólo un centenar de diputados, Rodrigo Rato preguntó a González qué responsabilidad asume por las tramas ilegales surgidas en su entorno. Y el presidente le replicó que eso no era una pregunta parlamentaria, sino "una plataforma para una soflama política".Rato buscó el cuerpo a cuerpo. Y el presidente del Gobierno le compadeció por haberle tocado esa tarea. En alusión a José María Aznar, dijo González: "El gran ausente en estas sesiones de control parlamentario viene predicando por todos los lugares moderación, renuncia al insulto y una campaña sin descalificaciones. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio. Lamento que le haya tocado a usted".

El "trabajo sucio" consistió en que Rato le restregó la lista de presuntos corruptos que han ocupado cargos públicos por decisión socialista y que además han desarrollado supuestas "tramas ilegales": desde Mariano Rubio a Guillermo Galeote, pasando por Rafael Vera, Julián Sancristóbal, Julián García Valverde y Vicente Albero. "¡Qué más quisiera usted que esto fuera una mera soflama política!", dijo Rato a González.

Protestas cruzadas

El portavoz popular, en medio de las cruzadas voces de protesta de socialistas y populares -el presidente del Congreso, Félix Pons, pidió silencio media docena de veces en cinco minutos- preguntó a González cuántos socialistas están consiguiendo contratos blindados en empresas públicas por si el PSOE pierde las elecciones. "¿Y qué sucederá cuando todos conozcamos que el Tribunal de Cuentas de Andalucía ha reconocido que no puede investigar las cuentas de la Expo por la información que los responsables de su partido allí le dan?", inquirió.

Rato acabó en tromba. "Incluso Nixon era más estricto que usted al aceptar responsabilidades", dijo al presidente. "Seguramente los señores Craxi

[ex secretario general de los socialistas italianos] y Einmanuelli

[primer secretario de los socialistas franceses] serían felices de poder contar con el respaldo de un grupo tan ciego como el suyo. El día 28, usted no aceptará responsabilidades, pero los españoles se las pondrán a usted muy claras".

González trató de no entrar al trapo y dijo que renunciaba a utilizar la réplica en favor de una convivencia moderada: "Si predican ustedes moderación, practíquenla, y no hagan de la política este juego sucio al que nos están acostumbrando". Los aplausos socialistas y los abucheos populares pusieron de nuevo el tono de campaña electoral.