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Los habitantes de Sarajevo se protegen de los francotiradores con barreras visuales

Sarajevo ha optado por una solución imaginativa. Ante la trágica reaparición de los francotiradores, sobre todo serbios, que desde el miércoles han causado la muerte a seis personas, y la dificultad de levantar muros sólidos de protección sin ser fulminados por un disparo, los habitantes han comenzado a desplegar barreras gigantes de tela colgadas en las intersecciones más peligrosas con el fin de cegar las miras telescópicas de los tiradores.

El cambio de emplazamiento de algunos de los francotiradores ha convertido en cada vez más azaroso el tránsito, sobre todo a pie, por Sarajevo. Ya no se sabe con certeza dónde está el peligro. En qué esquina. Han vuelto a aparecer los containers y las planchas de hierro. Su colocación se ha convertido en una operación en extremo arriesgada, que ya ha causado un muerto. La petición formulada el viernes por la alcaldía de Sarajevo a las tropas de la ONU desplegadas en Sarajevo para que éstas dieran protección y cobertura a los trabajos de colocación de esas barreras fue rechazada por el mando militar de la ONU, pues es, a su juicio, demasiado peligroso para sus hombres.Los francotiradores, serbios en su mayoría, son un instrumento básico en el cerco militar y psicológico de Sarajevo. Se calcula que 2.000 de los 10.000 muertos en la ciudad desde que comenzó la guerra, hace poco más de tres años, lo fueron por disparos de emboscados.

"Estas barricadas son una buena idea", dice Himzo Cakal, un ciudadano de, Sarajevo de 39 años de edad, mientras inspecciona la tela de color azul, "parece que estamos de regreso a la guerra", añade. "Ahora todo depende de la comunidad internacional. ( ... ) Es como si nosotros fuéramos animales de laboratorio en un experimento sobre la locura".

El primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, declaró ayer que los esfuerzos internacionales para contener la guerra en Bosnia-Herzegovina, en lugar de intervenir militarmente, no han hecho sino prolongar el conflicto. "La política de contención", añadió, "ha dejado a la ONU como rehén de los serbios. Está absolutamente claro que pueden tomar como rehenes a los cascos azules en cualquier momento".

La clave está en Brcko

Sobre el terreno, la situación de los distintos frentes fue ayer de calma, excepto en Orasje, la bolsa croata situada al norte de Bosnia. Desde ella, los croatas amenazan Brcko (en poder de los serbio-bosnios) y al estratégico corredor de Posavina, que une las conquistas serbias de Krajina y Bosnia occidental con las de Bosnia oriental y la República Serbia. El general jefe de la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana), Rasim Delic, declaró ayer que si el Ejército croata decide cruzar el río Sava (frontera entre Croacia y Bosnia por Orasje), la conquista del corredor de Posavina será un hecho. El interés de Croacia en este paso residiría en el hecho de que con ello asestaría un golpe de muerte a los rebeldes serbios de Krajina, que quedarían aislados.

En el plano político, la clave está en Belgrado, en un eventual reconocimiento de las fronteras internacionales de Bosnia-Herzegovina por parte de Serbia. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, en un discurso pronunciado en el Parlamento, se refirió ayer a las especulaciones de los últimos días, que él considera fundadas, de que el régimen serbio de Milosevic reconozca las actuales fronteras de Bosnia. En su opinión, hay que estar alerta contra el riesgo de que Milosevic exija un precio demasiado alto para una decisión que, en opinión de muchos observadores, podría dar un giro radical al conflicto.

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