Di Pietro denuncia a políticos y poderes del Estado que utilizaron la calumnia para forzar su dimisión
El interrogatorio más largo de Manos Limpias no fue todo en contra del interrogado. Según Fabio Salamone, fiscal de Brescia, si se atiende a la distribución del tiempo, Antonio di Pietro "compareció más como ofendido que como indagado" durante las 18 horas del pasado domingo que permaneció en la jefatura de policía. El ex fiscal utilizó buena parte del tiempo en denunciar nombres, presumiblemente de políticos, e incluso "poderes del Estado" que habrían utilizado la calumnia hasta forzar su dimisión, indica Salamone. Los magistrados de Brescia no han echado en saco roto esas denuncias capaces de volverse como un bumerán contra quienes han promovido todo un informe contra Di Pietro.
Ese informe contra Di Pietro antes que en la actual instancia judicial fue abierto en vía administrativa por el ministro de Justicia de Silvio Berlusconi, Alfredo Biondi, y archivado sin que se detectaran irregularidades."Si se consideran los tipos de delito, el más grave es, aparentemente, el de concusión [exacción arbitraria hecha por un funcionarlo público en provecho propio] por el que investigamos a Di Pietro, ya que la calumnia es menos relevante. Pero si se considera el contexto, una calumnia perpetrada desde hace tres años por poderes del Estado contra la magistratura es una cosa gravísima, sobre todo si fuera verdad que la magistratura tuvo controlados los teléfonos de Di Pietro", declaró ayer Salamone.
El fiscal de Brescia se refiere a la denuncia presentada a finales de junio, con aparato publicitario, por el ex líder socialista Bettino Craxi, quien, desde su retiro en Túnez, ha hecho llegar a Italia una lista de llamadas telefónicas realizadas por Di Pietro con su teléfono celular en 1992, por las mismas fechas en que arrancaba la investigación Manos Limpias. La lista en cuestión, que Craxi dice haber obtenido del jefe de la policía Vincenzo Paris¡, recientemente fallecido, pretende sugerir que Di Pietro estaba en estrecho contacto con los principales indagados de Manos Limpias y sus abogados, precisamente en vísperas de pedir las primeras detenciones.
La fiscalía de Milán ha abierto una investigación por calumnias contra Craxi, que siempre dijo estar seguro de cuáles habían sido los verdaderos motivos de la dimisión de Di Pietro y que ha sugerido con frecuencia que en el pasado del magistrado, cuando éste era comisario de Milán y frecuentaba a los dirigentes socialistas locales, incluido al entonces alcalde Paolo Pillitteri, cuñado de Craxi, había cosas susceptibles de comprometerle.
Por su parte, la fiscalía de Brescia ha interrogado, en el contexto de las diligencias sobre Di Pietro, tanto al ex ministro Biondi como a Cesare Previti, abogado de Fininvest, el grupo empresarial de Berlusconi, y ex ministro de Defensa en el Gobierno de éste. Previti fue denunciado como el promotor del informe contra Di Pietro y de la apertura de la correspondiente investigación administrativa por el Gabinete de entonces.
Con estas diligencias y otras practicadas, los fiscales de Brescia deberán esclarecer "si los hechos atribuidos al doctor Di Pietro son o no delito y si alguno tuvo interés en imponer algunas decisiones al doctor Di Pietro". Es decir, cuánto ha podido haber de concusión, abuso o prevaricación por parte de Di Pietro, y cuánto de calumnia por parte de quienes él ha denunciado, así como el grado de presiones ilícitas o de verdadero chantaje que se deduce de estos hechos.Salamone dijo ayer que tiene ya decidido archivar la denuncia presentada por el jefe de la policía fiscal, general Giuseppe Cerciello. que acusó a Di Pietro de haber presionado a subordinados suyos para que acusaran a Berlusconi de haberles corrompido. La fiscalía se pronunciará, en cambio, sobre si puede haber concusión en la historia del préstamo que Di Pietro recibió de un empresario de la construcción llamado Giancarlo Gorrini, condenado luego por corrupción, el cual dice también haber recibido presiones de Di Pietro para que saldara las deudas de juego de Eleuterio Rea, ex jefe de la policía municipal de Milán.Cuarta denuncia
Una cuarta denuncia de que el ex fiscal presionó para que su amigo Rea fuera nombrado jefe de los municipales no fue abordada en el interrogatorio del domingo y parece haber quedado aplazado para otro que se realizaría en septiembre. En ese caso, la prolongación de la investigación de Brescia favorecería que ésta concluyera en tablas: sin concusión ni calumnia, como ha ocurrido con la denuncia de Cerciello. Tienden a retrasarse también los procesos que afectan al ex primer, ministro Berlusconi y que se desarrollan en paralelo a las investiga iones sobre Antonio di Pietro.
La fiscalía de Milán sigue pidiendo la intervención judicial de Publitalia, la concesionaria de publicidad de Fininvest, a pesar de que su dirección acaba de ser renovada con profesionales ajenos al grupo. Pero tanto este asunto como el proceso preliminar que comienza hoy por un presunto delito de corrupción de la policía fiscal a cargo del propio Berlusconi, serán seguramente aplazados hasta después del verano, cuando los magistrados reciban importantes documentos secuestrados en Suiza a empresas de Fininvest.
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