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Hamer compara a los médicos alemanes con los nazis

El hospital retiene a Olivia Pilhar para que sus padres no la 'rapten' otra vez

El ex médico alemán Ryke Geerd Hamer, perseguido por la justicia austriaca, ha tomado una actitud ofensiva tras semanas de silencio. Ha advertido a "los médicos de la medicina clásica" que tendrán que "rendir cuentas", tal como hicieron los "nacionalsocialistas por los crímenes del holocausto". Por su parte, la fiscal jefe de Colonia aseguró ayer que "no hay motivos" para capturar a Hamer, y será "imposible" extraditarlo a Austria, donde los tribunales han abierto una investigación por homicidio frustrado.

Hamer cobró notoriedad con el caso de la niña austriaca Olivia Pilhar, de seis años y enferma de un tumor en el riñón, cuando indujo a sus padres, fanáticos seguidores de su doctrina de la nueva medicina, a secuestrarla para evitarle un tratamiento con quimioterapia. La fuga de 13 semanas acabó en Málaga, donde el ex médico trataba a la niña con terapia emocional, la única forma, según él, de curar el cáncer.En una entrevista publicada ayer en el semanario austriaco News, acompañada de fotografías que lo muestran sonriente en un mercado de Colonia acompañado de su perro boxer, Hamer asegura que la medicina clásica "es la mayor asesina de masas en la historia de la humanidad" y que "Ilegará el día" en que tendrán (los médicos) que "rendir cuentas y responsabilizarse". Y añade: "Desde hace catorce años, los colegios de médicos y las universidades impiden que se examinen mis teorías".

A pesar de que todos los partes médicos del hospital General de Viena indican que el estado de Olivia Pilhar es satisfactorio después de la extracción del tumor y el riñón derecho hace unas semanas, Hamer insiste en que el tratamiento de quimioterapia puede matarla: "Temo que Olivia muera como ocurre con un 95% de los enfermos de cáncer, que fallecen por la quimioterapia y no por la enfermedad". Acusé a los médicos de haberla "castrado" con esas bombas de veneno (la quimioterapia). "Ella jamás podrá tener hijos".

Según él, "el cerebro y la médula de la niña" fueron irremediablemente "dañados" y al iniciarse el tratamiento "tuvo un paro respiratorio que fue mantenido en secreto por el hospital".

Regine Appenroth, la fiscal jefe de la ciudad alemana de Colonia, aseguré que Hamer no será extraditado a Austria como fue solicitado por las autoridades judiciales del país vecino. "Es ciudadano alemán y sólo puede tener un proceso aquí".

La fiscal advirtió que "no hay motivos para capturarlo en Alemania porque sólo una parte de la investigación ha llegado a la fiscalía y las numerosas víctimas alemanas de Hamer que han denunciado sus casos a la prensa aún no han recurrido a los tribunales. Las autoridades de Wiener Neustadt, el distrito que tiene la potestad de Olivia Pilhar, aseguraron que no entregarán la niña a sus padres "hasta que esté completamente sana", por temor a que vuelvan a secuestrarla para evitarle la segunda etapa de la quimioterapia, que se inició el lunes pasado. Pilhar tendrá que mantenerse internada en el hospital General de Viena durante 27 semanas; allí es vigilada día y noche por un equipo de enfermeras que controlan un monitor conectado a una cámara en la habitación. En la puerta, un policía uniformado impide la entrada de seguidores de Hamer.

Según el médico Radvan Urbanek, jefe de la clínica, el estado de la niña es "plenamente satisfactorio" y "en circunstancias normales" podría ser dada de alta en unas semanas. La comisión ética creada para el caso ha decidido mantenerla aún medio año bajo estricto control de los médicos para evitar riesgos con los padres.

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